Monday, November 30, 2015

Celebrada ronda de negociaciones Cuba-EEUU: Washington mantiene Ley de Ajuste Cubano y emigración irregular de cubanos




Acaba de concluir una nueva ronda de negociaciones Cuba-EEUU en Washington, donde lo único positivo en cuanto a asuntos migratorios fue la ronda misma -que indica que hay diálogo, pues el vecino del norte, según se anuncia, mantendrá la Ley de Ajuste Cubano y la política de "pies-secos, pies-mojados" con respecto a emigrantes cubanos, las cuales están en franca disonancia con el clima de acercamiento y negociación que supuestamente existe en el momento.

Los que esperábamos que de la negociación quizás vendría un cambio a estas políticas estamos decepcionados, pues nuestros hermanos cubanos seguirán siendo manipulados al mantenerse esta situación que a la larga es insostenible.

Como sabemos, estas políticas de la era de la Guerra Fría, incitan a los cubanos a emigrar a EEUU, donde recibirán residencia automática; pero no de manera regular, ya que al seguir el proceso legal pocos de los incitados obtiene la visa para viajar ordenadamente.

EE.UU. ha contribuido enormemente a la situación de precariedad económica que enfrenta el cubano promedio, a través de un férreo e inhumano bloqueo económico, financiero y comercial que trata de ahogar a la población de la isla. Por lo tanto, crea descontento y la vez invita a emigrar, pero en una especie de maquiavélico circo romano, donde solo serán aceptados los que desafíen las olas del mar, los traficantes de personas y otras vicisitudes; y por supuesto, lleguen con vida a suelo estadounidense.

Sin embargo, otros inmigrantes latinoamericanos, o de otras latitudes, que también emigran irregularmente incitados por el hambre, la necesidad y la marginación, no corren la misma suerte. Si llegan, estos serán perseguidos, indocumentados, explotados y deportados si los encuentran.

Pero estos inmigrantes y su drama humano no le interesan a EE.UU. ni a la prensa dominante.

A continuación el comunicado de prensa emitido por la delegación cubana a la ronda de negociaciones que tuvo lugar hoy en Washington.

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El 30 de noviembre de 2015, se realizó una nueva ronda de conversaciones migratorias entre delegaciones de Cuba y los Estados Unidos, presididas, respectivamente, por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro y por el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.

Durante el encuentro ambas partes revisaron la marcha de los Acuerdos Migratorios entre los dos países e intercambiaron sobre el enfrentamiento a la emigración ilegal. La delegación cubana reiteró, su profunda preocupación por la persistencia de un manejo politizado del tema migratorio con respecto a Cuba por parte del Gobierno de los Estados Unidos, por la vigencia de la política de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, por la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados”, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera irregular a su territorio.

Los representantes de Cuba insistieron en que esta política ha estimulado la emigración ilegal, insegura y desordenada, así como el tráfico de emigrantes y las entradas irregulares a los Estados Unidos desde terceros países, de ciudadanos cubanos que salen legalmente de Cuba y entran de la misma forma al primer país de destino, desde donde continúan de manera irregular hacia territorio estadounidense, convirtiéndose en víctimas de redes de traficantes de personas y el crimen organizado, tal como se ha evidenciado, más recientemente, a raíz de la situación creada en Costa Rica y otros países de la región.

La parte cubana insistió en que esta política viola la letra y el espíritu de los Acuerdos Migratorios en vigor, mediante los cuales el Gobierno de los Estados se comprometió a descontinuar la práctica de admitir a emigrantes cubanos que llegasen su territorio por vías irregulares, para garantizar una emigración legal segura y ordenada entre los dos países.
Por su parte, la delegación estadounidense transmitió que su gobierno no tiene la intención de hacer cambios en la política migratoria que se aplica a los ciudadanos cubanos.

La delegación cubana reafirmó su rechazo al “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, establecido por el gobierno de George W. Bush en 2006, para alentar a médicos y otro personal cubano de la salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a los Estados Unidos. Recalcó que esta es una práctica censurable dirigida a dañar los programas de cooperación cubanos y a privar de recursos humanos vitales a Cuba y a muchos países que los necesitan.
La representación cubana recalcó que tanto la política de “pies secos-pies mojados” como el “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos” son incoherentes con el contexto bilateral actual, entorpecen la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y los Estados Unidos y generan problemas a otros países de la región.
En la ronda, que se desarrolló en un ambiente respetuoso y profesional, se evaluaron otros aspectos de las relaciones migratorias, incluyendo el cumplimiento de los acuerdos vigentes, la emisión de visas para emigrantes y visitas temporales, las acciones de ambas partes para enfrentar la emigración ilegal, el contrabando de personas, así como el fraude de documentos. Las dos delegaciones coincidieron en los resultados positivos que tuvo el encuentro técnico bilateral sobre fraude migratorio, celebrado en marzo de 2015 en La Habana, el cual acordaron reeditar el próximo año en Washington.

La delegación de Cuba expresó satisfacción por la realización en abril de una videoconferencia sobre un nuevo procedimiento de comunicaciones entre Tropas Guardafronteras de Cuba y el Servicio de Guardacostas de los EE.UU. (SGC) y confirmó la celebración de un nuevo encuentro técnico entre los dos servicios, en La Habana, en diciembre de 2015.
La delegación de Cuba transmitió su disposición a mantener estas conversaciones e invitó a una delegación de los Estados Unidos a viajar a La Habana durante el primer semestre de 2016 para sostener una nueva ronda.

(CubaMinrex)

Sunday, November 29, 2015

No habrá “primavera cubana” creada con manipulaciones mediáticas


Por Norelys Morales Aguilera.- Isla Mia-

Cualquiera que desee encontrar las realidades hallará que la verdad se vuelve sal y agua, cuando la batería mediática ejecuta sus operaciones. Les distingue la coordinación y rapidez, sin saberse de dónde parten las agendas informativas, que nos obsequian agencia internacionales y medios corporativos.

El caso de la migración cubana, el ocultamiento interesado de hechos incontrastables,  y el sobre dimensionamiento de otros, conduce a que nuevamente estemos frente a lo que comúnmente se denomina campaña mediática, pero que es ni más ni menos la agresión con fines determinados, en escenario de guerra no convencional, o si lo prefieren, de gestación de un golpe suave, en los que la CIA tiene bastante experiencia.
El factor humano y emotivo, es manipulado en nombre de derechos legítimos, que hacen que el ciudadano medio fije su atención hacia donde los medios les seducen, mediante técnicas probadas. Esa es la estrategia y la labor, así como otros objetivos, enunciados más adelante. ¡Cuánto darían por desórdenes que condujeran a la utópica “primavera cubana”!.
Los cubanos involucrados con el actual affaire, desean viajar a Estados Unidos, otro país no les interesa. Los motivos se saben. Cuando han tratado de obtener visas en la hoy embajada de Estados Unidos en La Habana, se les continúa negando.

La agencia AP lo publicó el 22 de julio de este 2015, cuando quizás se comenzó a gestar lo que vemos hoy: “Cientos de cubanos hicieron largas filas en las afueras de la nueva embajada estadounidense el martes en La Habana para intentar obtener una visa.”
¿Nadie se percató de este informe el 22 de julio de 2015 cuando se iniciaba la actual migración cubana con la negativa de visa en la embajada de Estados Unidos en La Habana?

Pero, el silenciamiento mediático a que los cubanos -cientos dijo la Agencia- estaban solicitando visas en la embajada USA, no es casual, pues, en contraste hemos tenido los acontecimientos en curso en Centro América, y el consiguiente ataque sin miramientos a Nicaragua, motivados, entre otros ingredientes por la presión a Costa Rica de Estados Unidos, cuya embajadora en Nicaragua, dijo que cada país es responsable de los que están en su territorio.
En la reunión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), este 24 de noviembre, en El Salvador, hubo consenso para trabajar en la lucha contra el tráfico ilegal y la trata de personas. El acuerdo más importante fue que cada nación decidirá “de manera soberana”, si permite o no el paso por sus territorios a los inmigrantes cubanos varados en Costa Rica. [1]
Nicaragua había fijado su posición. A continuación este 26 de noviembre, lo hizo Ecuador, y nadie puede cuestionar la soberanía de su decisión, que ha sido solamente, que los migrantes soliciten su visa a partir del 1 de diciembre, algo que era el único país que no hacía en la región. El Canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, ha dicho, que esta situación no aplica para un “corredor humanitario” porque no estamos en presencia de un conflicto bélico. [2]
De inmediato, el Presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís aseguró que “Es una de las medidas que había que esperar se anunciara de parte de uno de los países más importantes en este proceso. Le agradezco al Gobierno de Ecuador haber tomado esta medida que forma parte de un conjunto de otras medidas que se irán anunciando en los próximos días”, según la web de la Presidencia, este 26 de noviembre. [3]
El aluvión mediático, como cualquiera puede ver, apunta a crear una situación descontrolada y de protesta en la Isla, que es caldo de cultivo, para los planes nunca concluidos, de una “primavera cubana”, para usar un símil, que ayude a la brevedad.
Ya está anunciada la reunión bilateral entre Cuba y Estados Unidos para el día 30 de noviembre. Se supone, que allí habrá alguna decisión honorable porque Cuba continuará defendiendo a sus nacionales, de ser manipulados y arriesgados, en una migración desordenada e insegura, algo que los medios han explotado insistentemente durante años. [4]
A nadie debe escapar, que el trasfondo sucio de la actual campaña u operación mediática, es contra la RESTABLECIMIENTO de relaciones de Cuba y Estados Unidos, puesto que si fuera otro, no sería a los cubanos migrantes a los que se les sobre visibilice mediáticamente.
Los medios de Miami se han empeñado en presentar este incidente como una “crisis humanitaria”, para convertir esta situación en un problema internacional que perjudique las relaciones entre Cuba EE.UU.

Cada vez la ultraderecha norteña, socarronamente trata de poner a Cuba en la picota pública para agredirla, les sale el tiro por la culata, y los que sufren son los cubanos. Esta vez tampoco tendrán su “primavera cubana” si es lo que estaban esperando con la manipulación de la migración y el despliegue de la batería mediática de Miami y sus congéneres internacionales de la derecha fracasada.
Notas

Monday, November 23, 2015

Cubanos en Costa Rica esperan por solución

Cubanos en Costa Rica esperan por una solución al obstáculo en su viaje a EEUU para acogerse a Ley de Ajuste Cubano 

Por Jorge Legañoa, Agencia Cubana de Noticias

Un clima tranquilo, así describe el periódico La Prensa Libre, de Costa Rica el ambiente en que los cubanos que permanecen en las cercanías del paso fronterizo de Peñas Blancas con Nicaragua, esperan una resolución a la compleja situación migratoria creada en ese país centroamericano.
Ese testimonio coincide con las declaraciones ofrecidas a este reportero en Cuba por algunos familiares de los migrantes, aunque prefirieron guardar el anonimato y señalaron que el grupo de más de dos mil 500 personas está albergado en facilidades creadas por el Gobierno, la Cruz Roja de Costa Rica y las iglesias de la zona, quienes garantizan las necesidades de agua, alimentos y atención médica.
Gozan de buen estado de salud, aseguró el diario La Nación de ese país, y subrayó que esperan noticias de la reunión que este martes desarrollarán los cancilleres de Centroamérica en El Salvador y a la que están invitados México, Cuba, Ecuador y Colombia, con el fin de buscar soluciones al problema.
Los medios de prensa locales reportan imágenes de calma, incluso de algunos jugando a las cartas, dominó, conversando o realizando pequeñas compras.
No obstante, la situación se tensa cada día, pues según autoridades fronterizas de Costa Rica, el ritmo de llegadas por jornada era de 40 personas hasta la pasada semana, pero el martes 17 de noviembre se registraron 62; el miércoles 136, y para el jueves y viernes sobrepasó las 200 personas.
Los cubanos salieron legalmente de la isla vía aérea hacia diferentes países suramericanos, como Ecuador, donde no se les exige visa, y desde allí viajaron de manera irregular por Colombia y Panamá, hasta llegar a Costa Rica en tránsito hacia Estados Unidos, a donde acuden alentados por la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos-pies mojados.
Consultado vía correo electrónico, José Pertierra, abogado especializado en temas migratorios, subrayó a la Agencia Cubana de Noticias desde la capital estadounidense, que el deseo de emigrar a EE.UU. es muy común entre los latinoamericanos, “porque el estándar de vida en este país es mucho más alto que en el resto del continente: el imán que los atrae es económico”.
Sin embargo, dijo, muchos llegan a ese país, pero pocos logran tener papeles, viven al margen de la Ley y son perseguidos, al punto de que el Departamento de Seguridad ha contratado a varias prisiones privadas para encarcelar a los indocumentados, incluyendo mujeres y niños.
Pero las reglas del juego son diferentes para los cubanos, pues desde 1966 EE.UU. ha tratado de estimular la emigración ilegal desde la Isla en su objetivo de desestabilizar a la Revolución; el resultado es una anomalía: mientras la patrulla fronteriza persigue, encarcela, abusa y trata de deportar a los indocumentados latinoamericanos, premia a los cubanos, apuntó Pertierra.
Según el abogado, la Ley de Ajuste Cubano y la aplicación de la llamada política de pies secos-pies mojados constituye un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo que permite que los cubanos, sin importar la vía que utilizó para llegar al territorio norteamericano, sean procesados inmediatamente y se conviertan en elegibles para asistencia de vivienda y alimentos, seguro médico del Gobierno y después de un año y un día se le conceda la famosa “green card”, la residencia permanente.
En este contexto, Laura Dogu, embajadora de Washington en Nicaragua, señaló recientemente a la prensa de ese país: “Estados Unidos va a darles permiso de vivir –a los cubanos– si llegan a los Estados Unidos, ahora ellos están en otros países y estos tienen la responsabilidad de cuidar a esos migrantes que están pasando por su territorio”.
Según datos que aporta un reciente informe del Pew Research Center –un tanque pensante con sede en Washington DC–, entre el primero de octubre del 2014 y finales de junio de este año, 27 mil 296 cubanos entraron a Estados Unidos, dos terceras partes de los cuales lo hicieron por pasos fronterizos de México con el estado norteamericano de Texas, luego de peregrinar por México, Centroamérica, Colombia, Ecuador y otros países de forma ilegal, con un incremento del 66 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
Luego de los acontecimientos del 17 de diciembre y en el contexto de un camino hacia la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, se ha especulado sobre la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano, la política de pies secos-pies mojados y el programa de visas paroles para los profesionales de la medicina de la Isla que abandonen sus misiones en el extranjero y viajen a ese país.
Cuestiones que el propio John Kerry, Secretario de Estado norteamericano, se encargó de aclarar en La Habana el pasado 14 de agosto: “No tenemos ningún plan de alterar las políticas de migración respecto a Cuba”, posición que han reiterado numerosos funcionarios del Gobierno de Barack Obama en los últimos días.
Irónicamente, comentó Pertierra, la Ley de Ajuste es un obstáculo para que los cubanos puedan recibir visas de visita —denominada B-2— al país norteamericano, pues un elemento fundamental es poder establecer que el turista tiene un domicilio en su país al cual piensa regresar.
“El cónsul sabe que si otorga la B-2, muchos turistas se acogen a la Ley de Ajuste y no regresan a Cuba. Consecuentemente, se les niega la visa para que puedan ir legalmente a Estados Unidos, pero si se arriesgan a tratar de llegar ilegalmente, si se exponen a los tiburones en el Caribe, o a los coyotes en el desierto, entonces reciben papeles y asistencia económica”, apuntó.
Sin la existencia de la Ley de Ajuste sería más fácil recibir visa para viajar a Estados Unidos y también menos peligroso, concluyó Pertierra.
Al cierre de esta información, la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería antillana reiteró a la ACN que su embajada en San José, Costa Rica, continúa pendiente de los migrantes que están allí desde hace más de una semana e informó que la legación ha facilitado a las autoridades migratorias ticas la documentación de aquellos cubanos que no la poseen.
Las autoridades de La Habana también se han mantenido en contacto permanente con los Gobiernos de los países implicados, con el propósito de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de sus ciudadanos y ha patentizado el compromiso de la Isla hacia una migración legal, segura y ordenada.
Prueba de ello fue el reciente viaje del canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, a Ecuador y Nicaragua, donde fue recibido por sus respectivos presidentes, compañeros Rafael Correa y Daniel Ortega, con los cuales trató temas de las agendas bilateral y regional, incluidos los asuntos migratorios.


Tomado de Cubadebate

Sunday, November 22, 2015

Reunión del Sica abordará situación de migrantes cubanos en Centroamérica

Cubanos con destino a EE.UU. para hacer uso de Ley de Ajuste Cubano varados en Costa Rica 

Los cancilleres de las naciones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) abordarán el próximo martes la compleja situación en la que se encuentran más de dos mil migrantes cubanos varados en Costa Rica.
La reunión extraordinaria se efectuará el martes en El Salvador, actual presidente protémpore del mecanismo integrado por Costa Rica, Gua­temala,
Honduras, Nicaragua, Belice, Panamá y República Dominicana.
Al encuentro han sido invitados también Cuba, Colombia, Ecuador y México.
“Tengo la viva esperanza de que los cancilleres harán su mayor esfuerzo para garantizar que encontremos una solución”, refirió el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, según me­dios locales.
El objetivo irá más allá de resolver la situación del grupo de cubanos en la zona fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua, pues abordará la problemática de la migración ilegal por Centroamérica.
La Coordinadora del Consejo de Co­mu­nicación y Ciudadanía de Nicaragua, Rosario Murillo, refirió ayer que será una reunión de hermanos latinoamericanos viendo problemas que nos conciernen, que nos afectan y tienen causas precisas.
Ratificó en ese sentido que se debe exigir reciprocidad en el tratamiento de este tema por parte del gobierno de Estados Unidos, dando a los mi­grantes centroamericanos un trato justo, digno y humano.
A diferencia de sus pares latinoamericanos que utilizan la misma riesgosa vía terrestre para alcanzar el territorio estadounidense, los cubanos no son perseguidos ni deportados por las autoridades norteamericanas.
La Ley de Ajuste Cubano y la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados” constituye un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitir de forma inmediata y automática a cualquier persona nacida en la Isla, sin importar la vía que utilizó para llegar al territorio norteamericano.
A pesar de que esas políticas agresivas carecen de cualquier sentido cuando ambos países intentan avanzar en la normalización de sus relaciones, las autoridades de Washington han sido enfáticas en que no tienen planes de modificarlas.
“Actualmente no tenemos ningún plan de alterar las políticas de migración” respecto a Cuba, dijo el secretario de Estado John Kerry el pasado 14 de agosto después de la ceremonia de apertura de la embajada estadounidense en La Habana. Durante  los últimos días esa idea ha sido repetida por los diplomáticos norteamericanos.
Washington mantiene también en vigor el llamado “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, que alienta al personal cubano de salud a abandonar sus misiones en terceros países.
En ese contexto, decenas de miles de personas durante los últimos años han salido legalmente de Cuba hacia países sudamericanos para emprender luego una riesgosa travesía por tierra hasta la frontera entre México y Estados Unidos.
Según estimaciones, cada uno de ellos pagaría entre 7 000 y 10 000 dólares en diferentes puntos del trayecto, dejando una estela que solo en lo que va del 2015 podría ascender a 30 millones de dólares.
Ese lucrativo negocio ha sido acaparado por traficantes de personas y bandas delincuenciales, que no dudan en poner en riesgo la vida de los migrantes.

LAS AUTORIDADES CUBANAS SE MANTIENEN AL TANTO
Según fue confirmado a Granma, las autoridades cubanas se han mantenido en contacto permanente con los gobiernos de los países implicados, con el propósito de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de sus ciudadanos.
La Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior de la Can­ci­llería cubana aseguró a este diario que la  Embajada en San José, Costa Rica ha estado permanentemente pendiente de los cubanos que se encuentran varados desde la semana pasada en ese país.
Asimismo, la misión diplomática ha respondido a los requerimientos de las autoridades mi­gratorias ticas, facilitando la documentación de aquellos cubanos que no la poseen.
Una declaración oficial del Minrex publicada el pasado martes indicó que los ciudadanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar a Cuba, sí así lo desean.
Los medios locales en Costa Rica reportan que el número de cubanos que arriban a sus fronteras continúa aumentando y ya suman cerca de 2 500, pero han sido alojados en refugios y cuentan con la ayuda de la Cruz Roja.
Por otra parte, el Ejército de Nicaragua auxilió a varios de ellos que fueron engañados por traficantes de personas para cruzar de manera ilegal la frontera por puntos ciegos.
En horas de la tarde noche del jueves y madrugada del viernes, la institución militar asistió a 54 cubanos, entre ellos algunos niños, que se en­contraban perdidos en la zona selvática del mu­nicipio de Cárdenas, en Rivas, reportó el sitio digital La Voz del Sandinismo.
Los emigrantes fueron atendidos y luego re­tornados a Costa Rica.
Las autoridades nicaragüenses se negaron el pasado domingo a permitir la entrada a su territorio de un numeroso grupo de cubanos en situación irregular, a los que se les había otorgado un salvoconducto por territorio tico, pues lo consideró un intento de trasladar el problema a sus fronteras sin una consulta previa. Desde entonces defiende la posición de encontrar una solución coordinada.
La reunión del próximo martes en San Salvador buscará precisamente eso. Cuba, por su parte, ha reiterado su compromiso con una emigración legal, segura y ordenada.
Tomado de Granma

Saturday, November 21, 2015

La odisea por el “sueño americano”

Cubanos en una travesía hasta EE.UU. (foto El Nuevo Diario)


La situación de cerca de 2 000 cubanos varados en Costa Rica continúa preocupando a varias naciones de la región, que hacen coordinaciones para abordar de manera conjunta el problema.
Según la nota divulgada recientemente por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, La Habana se mantiene en contacto también con los gobiernos implicados en el asunto.
La Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciu­da­danía de Nicaragua, Rosario Murillo, llamó a enfrentar la situación de manera coordinada y reclamó que se incluyera el tema en la reunión de Jefes de Estado y Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que inició ayer.
De igual forma, Rosario detalló que su gobierno ha propuesto que en Centroamérica“asumamos con firmeza nuestra posición de reclamo a Estados Unidos, de reciprocidad”, es de­cir el mismo “trato humanitario a nuestros migrantes, a quienes se les sigue catalogando como ciudadanos de segunda y tercera categoría”.

En un documento divulgado por Managua se afirma que “el Gobierno de Nicaragua considera que tanto derecho tienen estos ciudadanos cubanos a un mal llamado corredor humanitario, como tendrían, y tienen, todos los ciudadanos centroamericanos, incluyendo niños, que corren todo tipo de peligros, que mueren incluso, en el afán de llegar a los Estados Unidos”.

Por su parte, el canciller costarricense, Manuel González, adelantó que el próximo lunes podría efectuarse una reunión de cancilleres en El Salvador para tratar el tema.
Ambas naciones centroamericanas se encuentran inmersas en un histórico conflicto limítrofe.
LOS CUBANOS EN EL OJO DEL HURACÁN
Un comunicado emitido por el Minrex el pasado 17 de noviembre explica que “en los últimos días, se ha creado una compleja situación, a raíz de que más de 1 000 ciudadanos cu­banos han estado arribando a Costa Rica desde otros países de la región con la intención de viajar hacia los Estados Unidos”.
Los cubanos en cuestión abandonaron la Isla de manera legal hacia diferentes países de América Latina, bajo el cumplimiento de los requisitos establecidos por las regulaciones mi­gratorias cubanas.
Sin embargo, en aras de cumplir el llamado “sueño americano” se convirtieron en víctimas de traficantes y bandas de delincuentes que lucran a partir de la travesía de estas personas por Sudamérica, Centroamérica y México.

El flujo fue cortado repentinamente la semana pasada cuando las autoridades costarricenses desmantelaron una ban­­da de trata de personas. Más de 1 000 cubanos quedaron va­rados en Paso Canoas, puesto fronterizo con Panamá al que cada día llegaban decenas de cubanos más.
Medios locales reportaron que tras varios días de presiones y protestas, el ejecutivo de Costa Rica decidió otorgar un salvoconducto de siete días a los cubanos para que prosiguieran su viaje hacia el norte a través de Nicaragua.
Las autoridades de Managua interpretaron la acción tica como una agresión y un intento de traspasar el problema a sus fronteras sin una coordinación previa, por lo que impidieron, usando la fuerza pública, el ingreso de los cubanos.
EMIGRACIÓN TRAS EL 17 DE DICIEMBRE

El número de cubanos que ingresan a los Estados Unidos comenzó a dispararse desde el 17 de diciembre pasado, cuando Washington y La Habana anunciaron su intención de restablecer relaciones bilaterales.
En este sentido influye el hecho de que muchas personas consideran que la Ley de Ajuste Cubano tiene los días contados a partir del nuevo contexto de deshielo y aspiran a alcanzar el territorio norteamericano antes de que se cierren las puertas del llamado “sueño americano”.
Las cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense muestran que cerca de 27 000 cu­banos llegaron por vía de la frontera de ese país con México durante los primeros nueve meses del presente año, un 78 % más que en igual periodo del 2014.
Las entradas por vía marítima también se duplicaron (en relación con el año anterior) hasta alcanzar las 7 000.

A pesar de la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, Estados Unidos mantiene en vigor la Ley de Ajuste Cubano de 1966, la política de pies secos-pies mojados, establecida por el gobierno de Bill Clinton en 1995 y el llamado “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, que implantó desde el 2006 George W. Bush, tres muestras de la política agresiva de Washington durante el último medio siglo, que se complementa con el bloqueo económico, financiero y comercial.
La legislación actual garantiza residencia a todos los cubanos que alcancen territorio norteamericano, sea por vía legal, ilegal, marítima o terrestre; mientras que sus pares latinoamericanos son perseguidos y deportados por entrar y/o permanecer de manera ilícita en uno de los países más desarrollados del mundo.
A partir de la actualización de la política migratoria cubana a comienzos del 2013, un número cada vez mayor de nacionales ha salido legalmente de Cuba hacia algún país latinoamericano para seguir paso hacia el norte, en un complicado trayecto de miles de kilómetros y en el que hay que cruzar varias naciones.
Medios de prensa internacionales intentan politizar la situación humanitaria de los cubanos varados en Costa Rica, mientras desconocen las causas reales de ese fenómeno.


Cambiar de residencia es una decisión personal. Sin embargo, incentivar la migración ilegal con políticas selectivas, co­mo hace el gobierno norteamericano, no tiene justificación posible.
Tomado de MiCubaPorSiempre

Wednesday, November 18, 2015

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de la República de Cuba



En los últimos días, se ha creado una compleja situación, a raíz de que más de mil ciudadanos cubanos han estado arribando a Costa Rica desde otros países de la región con la intención de viajar hacia los Estados Unidos.
Estas personas han salido de Cuba de manera legal hacia diferentes países de América Latina, cumpliendo todos los requisitos establecidos por las regulaciones migratorias cubanas. En el intento de llegar a territorio de los Estados Unidos se han convertido en víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales, que de manera inescrupulosa lucran a partir del control del paso de estas personas por Sudamérica, Centroamérica y México.
Las autoridades cubanas se han mantenido en permanente contacto con los gobiernos de los países implicados, con el objetivo de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de los ciudadanos cubanos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores desea enfatizar que estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados”, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.
Esta política estimula la emigración irregular desde Cuba hacia los Estados Unidos y constituye una violación de la letra y el espíritu de los Acuerdos Migratorios en vigor, mediante los cuales ambos países asumieron la obligación de garantizar una emigración legal, segura y ordenada.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia que el gobierno estadounidense mantiene también en vigor el llamado “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, aprobado en el año 2006, por el presidente George W. Bush, para alentar a médicos y otro personal cubano de la salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a los Estados Unidos. Esta es una práctica censurable dirigida a dañar los programas de cooperación cubanos y a privar de recursos humanos vitales a Cuba y a muchos países que los necesitan.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reitera una vez más que la política de “pies secos-pies mojados” y el “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, son incongruentes con el actual contexto bilateral, obstaculizan la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y los Estados Unidos y crean problemas a otros países.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que los ciudadanos cubanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar a Cuba, sí así lo desean.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reafirma el compromiso del gobierno de Cuba con una emigración legal, segura y ordenada.

La Habana, 17 de noviembre de 2015

Monday, November 9, 2015

Paying the Debt to Africa: On the 40th Anniversary of Cuba's Operación Carlota, by Isaac Saney



Paying the Debt to Africa:  On the 40th Anniversary of Cuba's Operación Carlota
By Isaac Saney

“The Cuban people hold a special place in the hearts of the peoples of Africa. The Cuban internationalists have made a contribution to African independence, freedom and justice, unparalleled for its principled and selfless character...Cubans came to our region as doctors, teachers, soldiers, agricultural experts, but never as colonizers. They have shared the same trenches with us in the struggle against colonialism, underdevelopment, and apartheid.” Nelson Mandela

November 5, 2015 marks the 40th anniversary of Operación Carlota, Cuba’s 15-year mission to defend Angola’s independence, which played a decisive role in southern African national and anti-colonial liberation struggles.  Cuba’s extensive and decisive role in the struggle against the apartheid regime in South Africa is marginalized in the dominant western discourse and narratives. Cuba’s critical contribution is not only, frequently ignored, it is treated almost as if it had never occurred. However, the overarching significance of Cuba’s role cannot be erased. 

Havana initiated Operación Carlota on November 5th, 1975, in response to a direct and urgent request from the government of Angola. Having just achieved independence after a long and brutal anti-colonial struggle, Angola confronted an invasion by racist South Africa. South Africa was determined to destroy the Black government of the newly independent Angola.  Operación Carlota was decisive in not only stopping the South African drive to Luanda (the capital) but also in pushing the South Africans out of Angola. The defeat of the South African forces was a major development in the southern African anti-colonial and national liberation struggle.  At the time, The World, a Black South African newspaper, underscored the significance: "Black Africa is riding the crest of a wave generated by the Cuban success in Angola. Black Africa is tasting the heady wine of the possibility of realizing the dream of "total liberation."

Named after the leader of a revolt against slavery that took place in Cuba on November 5, 1843, Operación Carlota lasted more than 15-years. During that time, more than 330,000 Cubans served in Angola. More than 2, 000 Cubans died defending Angolan independence and the freedom and right of self-determination of the peoples of southern Africa.

Africa’s Children Return!

Cuba’s solidarity with Angola was not simply one country coming to the aid of another, but a part of the African diaspora – the Black world - rising to the defense of Africa. Since the triumph of Cuban Revolution on January 1, 1959, Cuba has engaged in ongoing solidarity with the peoples and the continent of Africa. In tribute to Cuba's assistance to African liberation struggles, Amilcar Cabral (celebrated leader of the anti-colonial and national liberation struggle in Guinea Bissau and Cape Verde) stated: "I don't believe in life after death, but if there is, we can be sure that the souls of our forefathers who were taken away to America to be slaves are rejoicing today to see their children reunited and working together to help us be independent and free."

The Cuban Revolution’s involvement with Angola began in the 1960s when relations were established with the Movement for the Popular Liberation of Angola (MPLA). The MPLA was the principal organization in the struggle to liberate Angola from Portuguese colonialism. In 1975, the Portuguese withdrew from Angola. However, in order to stop the MPLA from coming to power, the U.S. government had already been funding various groups, in particular the Union for the Total Independence of Angola (UNITA) led by the notorious Jonas Savimbi. In October 1975, South Africa, with the support of Washington, invaded Angola. On November 5th, 1975, the Cuban revolutionary leadership meet to discuss the situation in Angola and the Angolan government’s request for military assistance to repel the South African invasion force. The decision to deploy combat troops thwarted apartheid South Africa’s goal of turning Angola into its protectorate. 

The Cuban leadership justified the military intervention as both defending an independent country from foreign invasion and repaying a historical debt owed by Cuba to Africa. Fidel Castro frequently invoked Cuba’s historical links to Africa. On the fifteenth anniversary of the Cuban victory at Playa Girón (Bay of Pigs), he declared that Cubans “are a Latin-African people.” Jorge Risquet,  Havana’s principal diplomat in Africa from the 1970s to 1990s), was also unambiguous in explaining Cuba’s military intervention in terms of Cuba’s obligations to Africa, and this linkage resonated especially with black Cubans, who were able to make a symbolic connection with their African roots. As scholar Terrence Cannon for many blacks fighting in Angola was akin to defending Cuba except that the fight was “this time in Africa. And they were aware that Africa was, in some sense, their homeland.” Reverend Abbuno Gonzalez underscored this connection: “My grandfather came from Angola. So it is my duty to go and help Angola. I owe it to my ancestors”. General Rafael Moracen echoed this sentiment and the words of Amilcar Cabral: “When we arrived in Angola, I heard an Angolan say that our grandparents, whose children were taken away from Africa to be slaves, would be happy to see their grandchildren return to Africa to help free it. I will always remember those words.” 

Cuban involvement in Southern Africa has been repeatedly dismissed as surrogate activity for the Soviet Union. This insidious myth has been unequivocally refuted.  John Stockwell, the director of CIA operations in Angola during and in the immediate aftermath the 1975 South African invasion, in his memoir, In Search of Enemies: A CIA Story, stated “we learned that Cuba had not been ordered into action by the Soviet Union. To the contrary, the Cuban leaders felt compelled to intervene for their own ideological reasons.” In his acclaimed book, Conflicting Missions: Havana, Washington and Africa, 1959-76, Piero Gliejeses demonstrated that the Cuban government – as it had repeatedly asserted – decided to dispatch combat troops to Angola only after the Angolan government had requested Cuba’s military assistance to repel the South Africans, refuting Washington’s assertion that South African forces intervened in Angola only after the arrival of the Cuban forces and; the Soviet Union had no role in Cuba’s decision and were not even informed prior to deployment. In short, Cuba was not the puppet of the USSR. Even The Economist magazine (no friend of Cuba) in a 2002 article, acknowledged that the Cuban government acted on its “own initiative.”

That Cuba could act on its own initiative, independent of the will of the great powers, was not only an anathema to Washington but also inconceivable. In 1969 Henry Kissinger, a National Security Advisor who then became U.S. Secretary of State,  unambiguously and uncategorically declared:"Nothing important can come from the South. History has never been produced in the South. The axis of history starts in Moscow, goes to Bonn, crosses over to Washington, and then goes to Tokyo. What happens in the South is of no importance." That Cuba - a poor "Third World" country, a Latin-African nation - could act on its own, and through that independent action shape history, enraged Kissinger. At his behest, a number of extensive military plans were drawn up by the Pentagon in 1975 & 1976 to specifically punish the island for daring to defy the imperial order, with its racist global hierarchy. These detailed plans encompassed naval blockade to aerial bombardment to outright invasion. While they were never carried out, these options were seriously discussed and debated within the highest levels of the U.S. government, poignantly illustrating the dangers that Cuba faced and accepted during its internationalist defence of Angola. 

South Africa’s War of Terror

The survival of the racist South Africa state depended on establishing its domination of all of southern Africa. Towards this end, Pretoria had militarized the South Africa state, fashioning it into the sword to defend the racist system and wage a regional war of terror.

From 1975 to 1988, the South Africa armed forces embarked on a campaign of massive destabilization of the region. The war of destabilization wrought a terrible toll. The financial and human cost can not only be measured in direct damage and deaths but also in the premature deaths and projected economic loss caused by destruction of infrastructure, agriculture and power networks. While, it is very difficult to estimate the economic cost and damage, it was undoubtedly enormous. One study calculates that up to 1988, the total economic cost for the Frontline States was calculated to be in excess of $US 45 billion: for example, Angola: $US 22 billion; Mozambique: $US 12 billion; Zambia: $US 7 billion; Zimbabwe: $US 3 billion.

The human toll was immense. The South Africa’s Truth and Reconciliation Commission underscored that: “the number of people killed inside the borders of the country in the course of the liberation struggle was considerably lower than those who died outside…the majority of the victims of the South African’s government attempts to maintain  \itself in power were outside South Africa. Tens of thousands of people died as a direct or indirect result of the South African’s government aggressive intent towards its neighbours. The lives and livelihoods of hundreds of thousands others were disrupted by the systematic targeting of infrastructure in some of the poorest nations in Africa.”

Between 1981 and 1988, an estimated 1.5 million people were (directly or indirectly) killed, including 825,000 children. This was the result of Pretoria sponsored insurgencies  (namely, UNITA in Angola and Renamo in Mozambique) and direct military actions by the South African armed forces. South Africa launched numerous bombing raids, armed incursions and assassinations against surrounding countries. One notorious example was the 4 May 1978 massacre in a camp for Namibian refugees, located in the town of Kassinga, southwestern Angola, where a South African air and paratrooper attack killed hundreds of people and, also, took hundreds of prisoners.

Perhaps, the late Julius Nyerere, summed up the situation best when in 1986, as President of Tanzania, he observed: “When is war not war? Apparently when it is waged by the stronger against the weaker as a pre-emptive strike.’ When is terrorism not terrorism?  Apparently when it is committed by a more powerful government against those at home and abroad who are weaker than itself and whom it regards as a potential threat or even as insufficiently supportive of its own objectives. Those are the only conclusions one can draw in the light of the current widespread condemnation of aggression and terrorism, side by side with the ability of certain nations to attack others with impunity, and to organize murder, kidnapping and massive destruction with the support of some permanent members of the United Nations Security Council. South Africa is such a country.” 

The Battle of Cuito Cuanavale

In 1987-1988, a decisive series of battles occurred around the southeastern Angolan town of Cuito Cuanavale. When it occurred, these battles were the largest military engagements in Africa since the North African battles of the Second World War. Arrayed on one side were the armed forces of Cuba, Angola and the South West African People’s Organization (SWAPO), on the other, the South African Defense Forces, military units of the Union for the Total National Independence of Angola (UNITA) – the South African proxy organization) and the South African Territorial Forces of Namibia (then still illegally occupied by Pretoria).

Cuito Cuanavale was a critical turning point in the struggle against apartheid. From November 1987 to March 1988, the South African armed forces repeatedly tried and failed to capture Cuito Cuanavale. In southern Africa, the battle has attained legendary status. It is considered THE debacle of apartheid: a defeat of the South African armed forces that altered the balance of power in the region and heralded the demise of racist rule in South Africa.   Cuito Cuanavale decisively thwarted Pretoria’s objective of establishing regional hegemony (a strategy which was vital to defending and preserving apartheid), directly led to the independence of Namibia and accelerated the dismantling of apartheid. The battle is often referred to as the African Stalingrad of apartheid. Cuba’s contribution was crucial as it provided the essential reinforcements, material and planning. 

In July 1987, the FAPLA, the Angolan armed forces, launched an offensive against UNITA, the apartheid state’s surrogate.  The Cubans objected to this military operation because it would create the opportunity for a South African invasion, which is what transpired. The South Africans invaded, stopped and threw back the Angolan forces. After terrible human and material losses, the Angolans were forced into a headlong retreat to the town and strategic military base of Cuito Cuanavale.

As the fighting became centred on Cuito Cuanavale, the Angolan Armed forces were placed in an extremely precarious situation, with its most elite formations facing annihilation.  Indeed, Angola faced an existential threat. If Cuito Cuanavale fell to South Africa then the rest of the country would be at the mercy of the invaders.  Angolan General Antonio dos Santos underscored the overarching significance of the town’s defence stating that if they [the South Africans] won at Cuito Cuanavale, the road would be open to the north of Angola.”

Determined to transform its initial military success into a fatal blow against an independent Angola, Pretoria committed its best troops and most sophisticated military hardware to the capture of Cuito Cuanavale. As the situation of the besieged Angolan troops became critical, Havana was asked by the Angolan government to intervene. On November 15th, 1987 Cuba decided to reinforce its forces by sending fresh detachments, arms and equipment, including tanks, artillery, anti-aircraft weapons and aircraft. Eventually Cuban troop strength would rise to more than 50, 000. It must be emphasized that for a small country such as Cuba the deployment of 50,000 troops would be the equivalent of the U.S. deploying more than a million soldiers, or Canada more than one hundred thousand.

The Cuban commitment was immense. Fidel Castro stated that the Cuban Revolution had “put its own existence at stake, it risked a huge battle against one of the strongest powers located in the area of the Third World, against one of the richest powers, with significant industrial and technological development, armed to the teeth, at such a great distance from our small country and with our own resources, our own arms. We even ran the risk of weakening our defenses, and we did so. We used our ships and ours alone, and we used our equipment to change the relationship of forces, which made success possible in that battle. We put everything at stake in that action…”

The Cuban government viewed preventing the fall of Cuito Cuanavale as imperative. A South African victory would have meant not only the capture of the town and the destruction of the best Angolan military formations, but, quite possibly, the end of Angola’s existence as an independent country. The Cuban revolutionary leadership also decided to go further than the defence of Cuito Cuanavale. They decided to deploy the necessary forces and employ a plan that would both put an end once and for all to South African aggression against Angola and deliver a decisive blow against the racist state.   The successful defence of Cuito Cuanavale would be the prelude to a grand and far reaching strategy that would transform the balance of power in the region.

South Africa’s efforts to seize Cuito Cuanavale were stymied by the Cubans and Angolans. With the South Africans preoccupied at Cuito Cuanavale, the Cubans achieved a strategic coup by carrying-out an outflanking manoeuvre. To the west of Cuito Cuanavale and along the Angolan/Namibian border, Havana deployed 40,000 Cuban troops, supported by 30,000 Angolan and 3,000 SWAPO troops. Pretoria had become so focused on seizing Cuito Cuanavale that they had left themselves exposed to a major military counterstroke.

The Cubans, together with Angolan and SWAPO forces advanced toward Namibia. This advance exposed the insecurity and vulnerability of the South African troops in northern Namibia. Such was this vulnerability that a senior South African officer said, “Had the Cubans attacked [Namibia] they would have over-run the place. We could not have stopped them.” This was further compounded by South African debacles at the end of June 1988 at Calueque and Tchipia, where the South Africans suffered serious defeats, which were described by a South African newspaper as “a crushing humiliation.” Cuba also achieved air supremacy. Facing the new powerful force assembled in southern Angola and having lost control of the skies, the South Africans withdrew from Angola.

This defeat on the ground forced South Africa to the negotiating table, resulting in Namibian independence and dramatically hastening the end of apartheid. The regional balance of power had been fundamentally transformed. The respected scholar Victoria Brittan observed that Cuito Cuanavale became “a symbol across the continent that apartheid and its army were no longer invincible.” In a July 1991 speech delivered in Havana, Nelson Mandela underscored Cuito Cuanavale’s and Cuba’s vital role:

“The Cuban people hold a special place in the hearts of the people of Africa. The Cuban internationalists have made a contribution to African independence, freedom and justice unparalleled for its principled and selfless character. We in Africa are used to being victims of countries wanting to carve up our territory or subvert our sovereignty. It is unparalleled in African history to have another people rise to the defense of one of us. The defeat of the apartheid army was an inspiration to the struggling people in South Africa! Without the defeat of Cuito Cuanavale our organizations would not have been unbanned! The defeat of the racist army at Cuito Cuanavale has made it possible for me to be here today! Cuito Cuanavale was a milestone in the history of the struggle for southern African liberation!”

In 1994, Mandela further declared: “If today all South Africans enjoy the rights of democracy; if they are able at last to address the grinding poverty of a system that denied them even the most basic amenities of life, it is also because of Cuba’s selfless support for the struggle to free all of South Africa’s people and the countries of our region from the inhumane and destructive system of apartheid. For that, we thank the Cuban people from the bottom of our heart.”

The 1987-88 military reversal in Angola constituted a mortal blow to the apartheid regime. The battle of Cuito Cuanavale ended its dream (nightmare for the region’s peoples) of establishing hegemony over all of southern Africa as a means by which to extend the life of the racist regime.  

Paying Humanity’s Debt

As a direct witness and participant in Africa's anti-colonial & national liberation struggles, the late Jorge Risquet  always elaborated on the profound ties that bound Cuba and Africa together. This unbreakable historic connection formed the poignant base for the Cuban Revolution’s solidarity with Africa. In a 2012 speech honouring the great Pan-Africanist, Kwame Nkrumah, Risquet pointed out:

“This was the understanding with which Cuban fighters came to ancestral Africa to fight side by side with the people against colonialism and the oppressive apartheid regime. For 26 years, 381,000 Cuban soldiers and officers fought alongside African populations — between April 24, 1965, when Ernesto Che Guevara and his men crossed Lake Tanganyika, and May 25, 1991, when the remaining 500 Cuban fighters returned home triumphant…Twenty-four hundred Cuban internationalist fighters lost their lives on African soil. Today we no longer send soldiers. Now, we send doctors, teachers, builders, specialists in various fields.”

While circumstances may have changed, Cuba's solidarity with Africa continues. Cuba made a critical contribution to the fight against the Ebola epidemic in the West African nations of Guinea, Liberia and Sierra Leone.  The Cuban medical mission was by far the largest sent by any country. Standing side-by-side with the peoples of West Africa, Cuban doctors and nurses went to West Africa and joined the struggle against Ebola. As Jorge Lefebre Nicolas, Cuba’s ambassador to Liberia, declared: “We cannot see our brothers from Africa in difficult times and remain there with our arms folded.”  At the September 16th, 2014 meeting of the United Nations Security Council, Cuban representative Abelardo Moreno declared: “Humanity has a debt to African people. We cannot let them down.” Even the Wall Street Journal declared, “Few have heeded the call, but one country has responded in strength: Cuba.”
   
Cuba is often described as the only foreign country to have gone to Africa and gone away with nothing but the coffins of its sons and daughters who died in the struggles to liberate Africa. Cuba’s role in Angola illustrates the division between those who fight for the cause of freedom, liberation and justice, to repel invaders and colonialists, and those who fight against just causes, those who wage war to occupy, colonize and oppress.  The island’s internationalist missions in Africa are a profound challenge to those who argue that relations among the world's nations and peoples are - and can only be - determined by self-interest, and the pursuit of power and wealth. Cuba provides the example that it is possible to build relations based on genuine solidarity and social love: demonstrating the alternatives which permit people to realize their deepest aspirations, and that another better world is possible.
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Isaac Saney teaches history at Dalhousie University and Saint Mary's University, Halifax, Canada, He is co-chair and National Spokesperson of the Canadian Network On Cuba. He is currently putting the final touches on the book manuscript, Africa's Children Return! Cuba, the War in Angola and the End of Apartheid.