La Ciudad de la Habana |
Hoy, 16 de noviembre, se cumplen 495 años de la
fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana. El 16 del decimoprimer mes de 1519 el tristemente célebre Diego Velásquez fundó lo que, muchos años
después, se convirtió en la capital cubana.
Solo le resta a La Habana
un resto para que, “La ciudad de la columnas”, arribe a los 5 siglos de
existencia. Mi Habana, tu Habana, La Habana de todos. La más cosmopolita ciudad
de la isla que me vio nacer hace poco más de 45 años. La Habana que, en su
paupérrimo espacio, alberga 2 millones y medio de habitantes, de los casi 12
que Cuba tiene. La Habana y los habaneros, La Habana y sus cubanos. La Habana y
sus misterios, los cubanos y sus incógnitas. Las incógnitas de los cubanos que
muchas veces hace preguntar al extranjero:
- Verdaderamente… ¿Cómo son
los cubanos?
Hice una imaginaria
encuesta entre afamados personajes de la historia y la mitología
universal, sobre cómo son, o somos, los cubanos. A continuación pongo a
disposición de todas y todos las respuestas que estos dieron.
Para Don Miguel de
Cervantes y Saavedra, padre de la literatura hispana y escritor de “El
Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, “los cubanos están entre vosotros,
pero no son de vosotros. No intentéis conocerlos porque su alma vive en el mundo
impenetrable del dualismo. Los cubanos beben de una misma copa la alegría y la
amargura. Hacen música de su llanto y se ríen con su música. Los cubanos toman
en serio los chistes y hacen de todo lo serio un chiste. Y ellos mismos no se
conocen”.
Cristóbal Colón,
descubridor de la Isla de Cuba el 27 de octubre de 1492, convirtió su respuesta
en consejo. Según el Gran Almirante, “nunca subestiméis a los cubanos. El brazo
derecho de San Pedro es cubano, y el mejor consejero del Diablo es también
cubano. Cuba no ha dado ni un santo ni un hereje. Pero los cubanos santifican
entre los heréticos y heretizan entre los santos. Su espíritu es universal e
irreverente. Los cubanos creen simultáneamente en el Dios de los católicos, en
Changó, en la charada y en los horóscopos. Tratan a los dioses de tú y se
burlan de los ritos religiosos. Dicen que no creen en nadie, y creen en todo. Y
ni renuncian a sus ilusiones, ni aprenden de las desilusiones”.
Albert Einstein, Premio
Nóbel de Física en 1921 por su descubrimiento de la Teoría de la Relatividad,
tardó en contestar pero fue conciso al decir que “no discutáis con ellos jamás.
Los cubanos nacen con sabiduría inmanente. No necesitan leer, todo lo saben. No
necesitan viajar, todo lo han visto. Los cubanos son el pueblo elegido… de
ellos mismos. Y se pasean entre los demás pueblos como el espíritu se pasea
sobre las aguas”.
“Los cubanos se
caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia, y en grupo por su
gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva la chispa del genio, y los
genios no se llevan bien entre sí. De ahí que reunir a los cubanos es fácil,
unirlos imposible. Un cubano es capaz de lograr todo en este mundo menos el
aplauso de otro cubano”, admitió apenado Charles Darwin, naturalista inglés que
postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a
partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural.
Galileo Galilei afirmó que
antes de pronunciar su célebre frase de “Y sin embargo se mueve” le dedicó a
los cubanos varios minutos de su pensamientos. Galileo asegura que “no les
habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura, y los cubanos son
hiperbólicos y desmesurados. Si os invitan a un restaurante, os invitan a comer
no al mejor restaurante del pueblo, sino “al mejor restaurante del mundo”.
Cuando discuten, no dicen “no estoy de acuerdo con usted”, dicen “usted está
completa y totalmente equivocado”.
El Pombero, como mito
paraguayo, no quiso ser excluido de la encuesta, y emitió su criterio, un tanto
antropológico que fue aprobado por 2 de sus más fieles amigos: El Kurupí y El
Luisón. Ellos no dudan que los cubanos “tienen una tendencia antropofágica. “Se
la comió”, es una expresión de admiración, “comerse un cable”, señal de situación
crítica y llamarle a alguien “comedor de excrementos”, es su más usual y
lacerante insulto. Tienen voluntad piromaniaca, “ser la candela” es ser cumbre.
Y aman tanto la contradicción que llaman a las mujeres hermosas “monstruos” y a
los eruditos “bárbaros”; y cuando se les pide un favor no dicen “si” o “no”,
sino que dicen “sí, como que no”.
William Shakespeare, que se
encontraba reescribiendo “Romeo y Julieta, con la parsimonia característica de
los ingleses, me agradeció el gesto de contar con su sapiencia para este
artículo, y degustando una taza de té puso los ojos a media asta y admitió que
“los cubanos intuyen las soluciones aún antes de conocer los problemas. De ahí
que para ellos “nunca hay problema”. Y se sienten tan grandes que a todo el
mundo le dicen “chico”. Pero ellos no se achican ante nadie. Si se les lleva al
estudio de un famoso pintor, se limitan a comentar “a mí no me dio por pintar”.
Y van a los médicos, no a preguntarles, sino a decirles lo que tienen”.
Finalmente Wiston
Churchill, ex primer ministro inglés, sonriente por las respuestas anteriores
agregó que “cuando visité su isla me admiraba su sabiduría instantánea y
colectiva. Cualquier cubano se consideraba capaz de liquidar al comunismo o al
capitalismo, enderezar a la América Latina, erradicar el hambre en África y
enseñar a los Estados Unidos a ser potencia mundial. Y se asombran de que los
demás no comprendan cuán sencillas y evidentes son sus fórmulas. Así,
viven entre ustedes, y no acaban de entender porque ustedes no hablan como
ellos”.
Las respuestas fueron tan
disímiles como mis imaginarios entrevistados. Fue un solo homenaje a La Habana.
Mi habana. Tu Habana. La Habana de todos. La Habana, capital de Cuba, bien
llamada “Perla de las Antillas”. La Habana que hoy 16 de noviembre, festeja sus
primeros 492 años de fundada. Felicidades, mi querida. Créeme que te extraño.
Tomado de Por mano propia
No comments:
Post a Comment