La Asociación de Cubanos Residentes en Toronto "Juan Gualberto Gómez" condena enérgicamente la decisión del Gobierno de EE. UU. de incluir a Cuba, otra vez, en la lista de estados patrocinadores de terrorismo, en la cual fue insertada la isla caribeña desde 1982 por motivos políticos durante el gobierno del ultra reaccionario Ronald Reagan.
No hay evidencia alguna, como ha denunciado Cuba reiteradamente, de que su gobierno patrocine o aliente actos terroristas en contra de EE.UU. o cualquier otro país, sino de todo lo contrario; pues la nación cubana es ejemplo de solidaridad y amistad con los pueblos del mundo.
Este último acto de agresión de EE.UU., es una escalada en la hostilidad de este gobierno hacia la isla y su incapacidad de buscar una solución negociada al diferendo que tiene con Cuba desde 1959.
La Asociación "JGG'' exige al Gobierno de EE.UU. excluir inmediatamente a Cuba de esa "lista negra" y sentarse a dialogar con el Gobierno cubano en igualdad de condiciones, y en un ambiente de mutuo respeto solucionar las diferencias y cesar la agresión que dura más de medio siglo.
El gobierno estadounidense debe tener en cuenta que su hostilidad hacia la isla rebelde solo perjudica a los pueblos de Cuba y de EE.UU. y sus más elementales derechos.
Declaración del Ministerio de
Relaciones Exteriores
El 30 de abril, el Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó
su Informe por Países sobre Terrorismo correspondiente al año 2013, que reiteró
la absurda designación de Cuba como “Estado Patrocinador del Terrorismo”, por
trigésima segunda ocasión.
Sin embargo, al Departamento de Estado no le queda otra opción que
reconocer en su propio informe que en el 2013, “el Gobierno de Cuba apoyó y
auspició negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia con el objetivo
de lograr un acuerdo de paz entre ambas partes”; que “no hay información de que
el gobierno cubano haya suministrado armamento o dado entrenamiento paramilitar
a grupos terroristas”; y que “miembros de ETA residentes en Cuba fueron
reubicados con la cooperación del gobierno español”.
Pero aún así, consideraciones de carácter político y la necesidad de
justificar a toda costa el bloqueo, fracasado y unánimemente rechazado por la
comunidad internacional, se imponen a la racionalidad una vez más.
Como único pretexto para apoyar esta calumniosa acusación contra Cuba,
el Departamento de Estado alude a la presencia en nuestro país de “fugitivos”
de la justicia estadounidense, ninguno de los cuales, vale aclarar, ha sido
acusado de terrorismo. A algunos de estos ciudadanos se les concedió asilo
legítimamente, mientras que otros que cometieron delitos en los Estados Unidos,
fueron debidamente juzgados y sancionados, y decidieron residir en Cuba tras el
cumplimiento de sus sentencias.
El Gobierno de Cuba ratifica que el territorio nacional nunca ha sido
utilizado ni se usará para acoger a terroristas de ningún origen, ni para
organizar, financiar o perpetrar actos de terrorismo contra ningún país del
mundo, incluyendo los Estados Unidos. De igual forma, rechaza y condena
inequívocamente todo acto de terrorismo, en cualquier lugar, circunstancia y
cualesquiera que sean las motivaciones que se aleguen.
Es el Gobierno de los Estados Unidos el que emplea el terrorismo de
Estado como un arma contra países que se oponen a su dominación, utiliza
métodos repudiables como la tortura y emplea tecnología militar avanzada,
incluidos los aviones no tripulados, para ejecutar extrajudicialmente a
supuestos terroristas, incluso ciudadanos estadounidenses, y han causado además
numerosas muertes de inocentes entre la población civil.
Cuba es uno de esos países que, por defender su independencia y
dignidad, sufrió durante décadas las consecuencias de actos terroristas,
organizados, financiados y ejecutados desde el territorio de los Estados
Unidos, con un saldo de 3 478 muertos y 2 099 discapacitados.
Cuba, América Latina, el Caribe y el mundo jamás olvidarán que es el
Gobierno de los Estados Unidos el que sigue dando refugio a terroristas de
origen cubano, como Luis Posada Carriles, autor intelectual del primer atentado
terrorista contra la aviación civil en el Hemisferio Occidental, que provocó la
explosión en pleno vuelo, frente a las costas de Barbados, de un avión de
Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976 y el fallecimiento de sus 73
pasajeros. Paradójicamente, mantiene en prolongada e injusta prisión a los
luchadores contra el terrorismo, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio
Guerrero, por delitos que no cometieron.
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza enérgicamente la
manipulación de un tema tan sensible como el terrorismo internacional para
convertirlo en instrumento de la política contra Cuba y demanda que se excluya
definitivamente a nuestro país de esta lista espuria, unilateral y arbitraria
que es una afrenta al pueblo cubano y desacredita al propio Gobierno de los
Estados Unidos.
La Habana, 30 de abril de 2014
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