Monday, March 18, 2013

La prostitución infantil no es un problema en Cuba

Los niños cubanos son felices

Réplica a un artículo publicado el 16 de marzo del 2013, en el Toronto Star titulado

CANADIANS ARE MAJOR CUSTOMERS IN CUBA’S CHILD SEX MARKET



En 1959, la prostitución era algo común en Cuba, no solo en las grandes ciudades, sino en los pueblos pequeños también: era un medio para sobrevivir.  Una de las primeras tareas que emprendió la Revolución después del triunfo fue rescatar a esas mujeres dándoles educación y empleo para que tuvieran un futuro digno.

Considero que Cuba está al tanto de los problemas que pudiera traer aparejado el turismo, y consecuente con sus principios, ha puesto en vigor leyes  severas para enfrentar el tráfico de drogas, la prostitución infantil y la prostitución, e impone castigos ejemplares a los individuos que cometen estos actos, ya sean nacionales o extranjeros.

Es una vileza decir que Cuba ignora un asunto donde se dañe a los niños. De acuerdo a fuentes gubernamentales “la prostitución infantil es un problema menor y el Gobierno le presta  una atención significativa”. Es monstruoso hacer aparecer al gobierno cubano como cómplice en la corrupción infantil y es poco profesional manipular y distorsionar los hechos para presentar a los lectores con la generalización deshonesta de que en Cuba la prostitución infantil está aumentando hasta convertirse en un negocio, cuando eso es una total falacia.

Quizás no hay otro país en el mundo que haya dedicado más esfuerzos y recursos para proteger a los niños (y no solo a los suyos, sino a los de otras latitudes también) como lo ha hecho Cuba. Según las Naciones Unidas Cuba es el único país de América Latina que ha erradicado la desnutrición infantil, y tiene un índice de mortalidad infantil de 4.6, más bajo que el de algunos países desarrollados, incluidos aquellos donde se escribió el artículo. Cuba provee escuelas, vacunas y todas las necesidades básicas de sus niños; y eso es un hecho harto conocido en todo el mundo.

Esos países que permiten a sus depredadores sexuales viajar a países del Tercer Mundo para abusar de su sector poblacional más vulnerable, sus niños; tienen responsabilidad en estos delitos. Esos gobiernos deberían intercambiar información sobre estos individuos. Es evidente que, cuando se trata de la protección de los niños, se necesita más cooperación entre los países emisores y receptores de turismo.

A pesar del bloqueo económico y financiero más largo de la historia impuesto a un país, Cuba, por una súper potencia, los Estados Unidos de América, y la continua y creciente hostilidad de este último tratando de ahogar su economía, la Revolución cubana se ha esforzado para darles a sus ciudadanos una educación sostenible y de calidad así como un sistema de atención médica totalmente gratuito. Cuba es el segundo país con más alta esperanza de vida y ha elevado la dignidad de su pueblo creando un ambiente de respeto y solidaridad entre ellos y con otros. Y estos son hechos, no manipulaciones.

Julio Fonseca
Presidente
Asociación de Cubanos Residentes en Toronto “Juan Gualberto Gómez”

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