Los niños cubanos son felices |
Réplica a un artículo publicado el 16 de marzo del 2013, en el Toronto Star titulado
CANADIANS ARE MAJOR CUSTOMERS IN CUBA’S CHILD SEX MARKET
En 1959, la prostitución era algo común en Cuba, no solo en las grandes ciudades, sino en los pueblos pequeños también: era un medio para sobrevivir. Una de las primeras tareas que emprendió la Revolución después del triunfo fue rescatar a esas mujeres dándoles educación y empleo para que tuvieran un futuro digno.
Considero
que Cuba está al tanto de los problemas que pudiera traer aparejado el turismo,
y consecuente con sus principios, ha puesto en vigor leyes severas para enfrentar el tráfico de drogas,
la prostitución infantil y la prostitución, e impone castigos ejemplares a los
individuos que cometen estos actos, ya sean nacionales o extranjeros.
Es una
vileza decir que Cuba ignora un asunto donde se dañe a los niños. De acuerdo a
fuentes gubernamentales “la prostitución infantil es un problema menor y el Gobierno le presta una atención significativa”. Es monstruoso hacer aparecer al gobierno cubano como cómplice
en la corrupción infantil y es poco profesional manipular y distorsionar los
hechos para presentar a los lectores con la generalización deshonesta de que en
Cuba la prostitución infantil está aumentando hasta convertirse en un negocio,
cuando eso es una total falacia.
Quizás no
hay otro país en el mundo que haya dedicado más esfuerzos y recursos para
proteger a los niños (y no solo a los suyos, sino a los de otras latitudes
también) como lo ha hecho Cuba. Según las Naciones Unidas Cuba es el único país
de América Latina que ha erradicado la desnutrición infantil, y tiene un índice
de mortalidad infantil de 4.6, más bajo que el de algunos países desarrollados,
incluidos aquellos donde se escribió el artículo. Cuba provee escuelas, vacunas
y todas las necesidades básicas de sus niños; y eso es un hecho harto conocido
en todo el mundo.
Esos países
que permiten a sus depredadores sexuales viajar a países del Tercer Mundo para
abusar de su sector poblacional más vulnerable, sus niños; tienen
responsabilidad en estos delitos. Esos gobiernos deberían intercambiar
información sobre estos individuos. Es evidente que, cuando se trata de la
protección de los niños, se necesita más cooperación entre los países emisores
y receptores de turismo.
A pesar del
bloqueo económico y financiero más largo de la historia impuesto a un país, Cuba,
por una súper potencia, los Estados Unidos de América, y la continua y
creciente hostilidad de este último tratando de ahogar su economía, la
Revolución cubana se ha esforzado para darles a sus ciudadanos una educación
sostenible y de calidad así como un sistema de atención médica totalmente
gratuito. Cuba es el segundo país con más alta esperanza de vida y ha elevado
la dignidad de su pueblo creando un ambiente de respeto y solidaridad entre
ellos y con otros. Y estos son hechos, no manipulaciones.
Julio Fonseca
Presidente
Asociación de Cubanos Residentes en Toronto “Juan Gualberto Gómez”
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