La delegación cubana a la ronda de conversaciones migratorias con Estados Unidos, expresó su profunda preocupación por las consecuencias de las medidas que dificultan estas relaciones.
Este 11 de
diciembre de 2017, se celebró en Washington una nueva ronda de conversaciones
migratorias entre delegaciones de Cuba y Estados Unidos, presididas,
respectivamente, por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de
Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro, y por el subsecretario adjunto
para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, John Creamer.
La parte
cubana expresó su más profunda preocupación por las consecuencias negativas que
tienen en las relaciones migratorias entre ambos países las decisiones
unilaterales, infundadas y políticamente motivadas, que fueron adoptadas por el
Gobierno de Estados Unidos en septiembre y octubre de 2017.
La
delegación cubana alertó nuevamente sobre el impacto negativo de la suspensión
del otorgamiento de visas en el Consulado de Estados Unidos en La Habana, lo
cual, al paralizar los trámites de los ciudadanos cubanos para visitar o emigrar
a ese país, obstaculiza seriamente las relaciones familiares y los intercambios
de todo tipo entre ambos pueblos.
Asimismo reiteró su rechazo a la expulsión arbitraria de un grupo importante de
funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington, lo cual ha afectado
sensiblemente el funcionamiento de la Misión diplomática, en particular del
Consulado y los servicios que este presta a los cubanos residentes en Estados
Unidos, así como la atención a los ciudadanos estadounidenses que mantienen
interés en viajar a nuestro país.
También
llamó la atención sobre el efecto contraproducente que está teniendo para la
cooperación en el área migratoria, la decisión de cancelar los viajes de
delegaciones oficiales de Estados Unidos a Cuba, lo cual ha derivado en la posposición
de intercambios de interés mutuo previamente programados, que, de mantenerse,
podría profundizar las afectaciones a los intercambios en este y otros ámbitos.
En lo que
respecta a la marcha de los acuerdos migratorios vigentes, los representantes de
Cuba instaron al Gobierno de Estados Unidos a cumplir su obligación de emitir
no menos de 20 000 documentos de viajes anuales a ciudadanos cubanos para
emigrar a ese país. Trasladaron una vez más su preocupación por la vigencia de
la Ley de Ajuste Cubano, que sigue siendo un estímulo a la emigración irregular
y cuya derogación será esencial para alcanzar relaciones migratorias normales
entre los dos países.
Ambas
delegaciones coincidieron en reconocer la repercusión positiva que ha tenido la
Declaración Conjunta suscrita el 12 de enero de 2017 y, específicamente, la
eliminación de la política de «pies secos-pies mojados» y del «Programa de
Parole para Profesionales Médicos Cubanos» en la disminución de la emigración
irregular de Cuba hacia Estados Unidos.
Igualmente,
concordaron en la utilidad del intercambio entre Tropas Guardafronteras y el
Servicio de Guardacostas celebrado en julio y del encuentro técnico sobre
tráfico de personas y fraude migratorio realizado en el mes de septiembre, al
que se dará continuidad este 12 de diciembre.La delegación de Cuba reafirmó su
disposición a dar continuidad a las rondas de conversaciones en materia
migratoria.