Friday, July 27, 2018

"Por grandes que sean los desafíos, nuestro pueblo defenderá por siempre su Revolución Socialista", discurso de Raúl Castro en Santiago de Cuba




Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el acto central por el Aniversario 65 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes, en la Ciudad Escolar 26 de Julio, Santiago de Cuba, el 26 de julio del 2018. «Año 60 de la Revolución».
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

Santiagueras y santiagueros;

Compatriotas:

Como les anticipé en diciembre del pasado año, hoy pronunciaré las palabras centrales del acto nacional por el aniversario 65 del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Ninguno de los que tuvimos el privilegio de participar en estas acciones, bajo el mando de Fidel, podíamos entonces soñar que estaríamos vivos un día como hoy, con un país libre, independiente y soberano, una Revolución socialista en el poder y un pueblo unido presto a defender la obra realizada, fruto del sacrificio y la sangre de varias generaciones de cubanos.

No solo por su historia celebramos este aniversario 65 en Santiago de Cuba, sino también para reconocer el trabajo que desarrolla la provincia en beneficio del pueblo.

Bajo la dirección del compañero Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Comité Provincial del Partido (Aplausos), en estrecho vínculo con el gobierno que encabeza la vicepresidenta del Consejo de Estado Beatriz Johnson Urrutia (Aplausos), se ha desplegado un trabajo integral en varios frentes de la economía, que han permitido incrementar la oferta de bienes y servicios a la población con calidad y precios asequibles.

Se avanza sostenidamente en el programa de la vivienda con el empleo de diferentes tecnologías e iniciativas en el uso de materiales locales de la construcción, prosiguen a buen ritmo inversiones priorizadas de importancia nacional como la terminal portuaria multipropósito y la base de almacenes de San Luis.

Se trabaja además en la creación de condiciones para incrementar las exportaciones de frutas, ron, langosta y productos de la acuicultura.

Se reordena la actividad comercial a partir de proyectos de desarrollo local, que otorgan una mayor autonomía a los municipios en la gestión y satisfacción de las demandas de la población aprovechando los recursos propios, lo que se traduce en superiores aportes al presupuesto y garantiza sostener lo alcanzado y seguir invirtiendo en el desarrollo.

Es palpable el entusiasmo de los santiagueros y de toda la provincia; sin embargo, resta mucho por hacer en la esfera productiva y de los servicios, para generar con eficiencia la riqueza y proseguir elevando la calidad de vida del pueblo y hacer realidad el propósito de que Santiago de Cuba sea una ciudad cada día más bella, higiénica, ordenada y disciplinada, digna de custodiar los restos inmortales de muchos de los mejores hijos de la nación cubana, entre quienes sobresalen el Héroe Nacional, el Padre y la Madre de la patria y el líder histórico de la Revolución Cubana (Aplausos).

En los próximos meses conmemoraremos importantes acontecimientos históricos, entre ellos, el 150 aniversario del inicio de las luchas por la independencia de la patria el 10 de Octubre de 1868, y el 60 aniversario del triunfo de la Revolución, el Primero de Enero de 1959, ocasión en que los mambises sí entraron victoriosos a Santiago para quedarse definitivamente al lado de su pueblo.

Hace apenas cuatro días la Asamblea Nacional aprobó el Proyecto de Constitución de la República, el cual será objeto de una amplia consulta popular en los próximos meses y, con las opiniones y propuestas emanadas de ese proceso democrático, nuevamente será analizado en el Parlamento para elaborar el texto definitivo que se someterá a referendo, mediante el voto directo y secreto de cada ciudadano, para su aprobación y posterior proclamación.

La Constitución de la República es la ley fundamental sobre la cual se asienta el Estado y, por tanto, es el documento jurídico y político más importante de cualquier país, ya que define los fundamentos de la nación, la estructura de los poderes y su alcance, así como garantiza los derechos y deberes de los ciudadanos.

La actual Constitución, aprobada hace 42 años en un escenario nacional e internacional muy diferente al actual, requiere ser reformada, con el propósito de incluir las transformaciones socioeconómicas implementadas en correspondencia con los acuerdos adoptados en el Sexto y Séptimo congresos del Partido Comunista de Cuba.

Se iniciará un trascendental ejercicio político y democrático cuyo éxito dependerá, en primer lugar, de la participación activa y comprometida de los cubanos, bajo la conducción del Partido Comunista y el concurso de la Unión de Jóvenes Comunistas y las organizaciones de masas, en el cual debe lograrse que cada ciudadano comprenda la necesidad y el alcance de los cambios que debemos introducir en la Constitución, de modo que se garantice el carácter irrevocable del socialismo y la continuidad de la Revolución.

No ignoramos las complejidades que caracterizan el actual escenario en los planos interno y externo.
En cuanto a la economía, como expresara el presidente Miguel Díaz-Canel al intervenir en la clausura del reciente período de sesiones de la Asamblea Nacional, se mantiene una tensa situación en las finanzas externas, como consecuencia de las afectaciones a los ingresos previstos por exportación de azúcar y en el turismo, provocadas por una prolongada sequía, el devastador huracán Irma y eventos de intensas lluvias fuera de época, primero, y luego la tormenta subtropical Alberto.

A ello se sumó el reforzamiento del bloqueo norteamericano y sus efectos extraterritoriales que impactaron el comercio y las transacciones financieras.

A pesar de estos factores adversos, como ya se informó, se obtuvo un discreto crecimiento de la economía en el primer semestre, lo cual constituye un resultado alentador; sin embargo, se hace necesario asegurar las exportaciones y reducir todo gasto no imprescindible para destinar los fondos disponibles a las producciones y servicios que generen ingresos en divisas.

Tener siempre presente que la más rápida y fácil fuente de recursos es el ahorro y por tanto debemos lograr que deje de ser una mera consigna para convertirse en una norma de conducta de los cuadros y trabajadores en todos los niveles.

Pasando a la situación que se viene conformando en nuestro continente, debo señalar que a inicios de este siglo, como parte de la resistencia y la lucha de los pueblos contra los nefastos efectos de los modelos neoliberales, llegaron al poder diversas fuerzas progresistas y de izquierda que impulsaron la unidad y la integración latinoamericana y caribeña. En ese contexto se derrotó el proyecto imperialista Área de Libre Comercio de las Américas, conocido como ALCA, y surgió la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA).

En 15 años salieron de la pobreza 60 millones de personas y más de 3 millones del analfabetismo, que se erradicó en Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Se graduaron más de 20 000 médicos latinoamericanos y caribeños en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Se devolvió la visión a dos millones 992 838 pacientes extranjeros mediante la operación Milagro, además de más de un millón cubanos. Con la generosa contribución venezolana nació Petrocaribe.

Los nuevos gobiernos progresistas rompieron décadas de soberanía limitada y de subordinación al poder imperial y crearon las condiciones propicias para avanzar en la integración regional, al constituirse organizaciones sin la égida de los Estados Unidos, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones del Sur (Unasur), a donde acudieron gobiernos de tendencias políticas diferentes bajo el principio de la «unidad en la diversidad», y se reactivó el Mercosur.

La exitosa trayectoria de la Comunidad del Caribe (Caricom), la participación de todos sus Estados miembros en la Celac y en la Asociación de Estados del Caribe (AEC), así como la membresía de algunos en el ALBA contribuyeron al avance de esta unidad regional.

Los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe firmaron en La Habana, en enero de 2014, la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que los comprometió a respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, a no intervenir en los asuntos internos de cualquier Estado y observar los principios de soberanía nacional, igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos, así como la solución pacífica de diferencias, al tiempo que proscribió la amenaza y el uso de la fuerza.

Esta coyuntura no resultaba del agrado de los círculos del poder en Washington que pusieron en práctica los métodos de guerra no convencional para impedir la continuidad u obstaculizar el regreso de gobiernos progresistas, orquestaron golpes de Estado, primero uno militar para derrocar al presidente Zelaya en Honduras, y luego parlamentario-judiciales contra Lugo en Paraguay y Dilma Rousseff en Brasil. Desplegaron el control monopólico de los medios de prensa en interés de promover procesos judiciales amañados y políticamente motivados, así como campañas de tergiversación y desprestigio contra figuras y organizaciones de izquierda.

La derecha también consiguió recuperar en algunos países el poder político mediante triunfos electorales, algunos de ellos fraudulentos y otros al amparo de la manipulación política y tecnológica, falsificación de datos económicos y campañas de intimidación con el apoyo de los medios de comunicación hegemónicos.

Como era de esperar, no vaciló en desmontar las políticas sociales de amplio beneficio popular, utilizar el poder judicial con el pretexto del enfrentamiento a la corrupción para la criminalización de las fuerzas de izquierda y el encarcelamiento de líderes progresistas.

El gobierno de los Estados Unidos declaró hace pocos meses y sin el menor recato, la total vigencia de la Doctrina Monroe, que se resume en la frase «América para los americanos» —naturalmente, los del Norte—, la cual reserva a las naciones latinoamericanas y caribeñas un estatus de dependencia y sumisión a los intereses imperiales. Así lo demuestran sus acciones agresivas e intervencionistas, el despliegue de fuerzas militares y la búsqueda incesante de nuevas bases en la región.

Uno de sus propósitos es revertir los avances conquistados en la integración y el ejercicio de la soberanía sobre los recursos naturales para imponer su agenda racista, supremacista y en contra de los pueblos, mediante una ofensiva neoliberal dirigida a destruir una década de desarrollo y ahondar las diferencias en esta, la región de mayor desigualdad del planeta.

Por otra parte, los Estados Unidos, con la complicidad de algunos gobiernos, han intentado revigorizar la OEA, convirtiéndola en el escenario de la arremetida contra Venezuela. Cuando por la actitud digna de un numeroso grupo de naciones no alcanzaron sus propósitos,  conformaron agrupaciones oficiosas de países, para concertar medidas coercitivas unilaterales y otras acciones intervencionistas, socavar la unidad regional, frenar la Celac y paralizar Unasur.

Estos hechos vuelven a demostrar que el camino es no descuidar jamás la unidad de los revolucionarios y mantener siempre la lucha, teniendo presente que los adversarios nunca cejan en el empeño de la restauración de los modelos de exclusión y explotación, y que cuando los supuestos valores y reglas de la sacrosanta democracia representativa no les sirven para llegar al poder, no vacilan en acudir a los golpes de Estado, a la violencia o, incluso, a la guerra.

El recién concluido XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo en La Habana, con la asistencia de representantes de todos los continentes, constituyó un imprescindible espacio de concertación política ante la necesidad de reconducir las luchas de las fuerzas políticas de izquierda y los movimientos sociales. Su Declaración Final

«Nuestra América en pie de lucha» es un verdadero programa unitario de acción frente a los peligros para la paz y las amenazas y oportunidades para las fuerzas políticas de la izquierda y los movimientos populares y sociales en la región.

Aprovecho la ocasión para reiterar nuestra solidaridad con la Revolución bolivariana y chavista, encabezada por el presidente Nicolás Maduro Moros.

A Nicaragua, al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al presidente Daniel Ortega les expresamos la invariable solidaridad de nuestro pueblo, Partido y Gobierno.

Reclamamos la libertad del compañero Lula da Silva y su derecho a ser el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (Aplausos), como exigen constantemente miles de brasileños y numerosas organizaciones del mundo.

Si mañana se celebraran elecciones en Brasil, no hay duda de que Lula ganaría las elecciones en la primera vuelta (Aplausos). Por eso está preso.

Felicitamos al entrañable pueblo mexicano y al presidente electo Andrés Manuel López Obrador por este resultado histórico.

A continuación me referiré a las relaciones con los Estados Unidos, país con el cual se mantienen vínculos diplomáticos formales, que cuentan con canales oficiales de comunicación, varios acuerdos bilaterales y una cooperación mutuamente beneficiosa dentro de un grupo limitado de áreas.

A pocos días de haberse anunciado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, el 17 de diciembre de 2014, señalamos desde nuestro Parlamento, unos días después, que entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos existían profundas diferencias en cuanto al ejercicio de la soberanía nacional y las concepciones de democracia, el modelo político y las relaciones internacionales. No obstante, reiteramos la disposición al diálogo respetuoso y recíproco sobre las discrepancias y advertimos que no debía pretenderse que Cuba renunciara a las ideas por las que había luchado por más de un siglo, en aras de mejorar las relaciones con los Estados Unidos.

Desde agosto del pasado año, con el pretexto de afecciones a la salud de sus diplomáticos, en lo que algunos denominan ataques sónicos, o sea, ruidos que afectan a los diplomáticos —ahora también acusan a China de lo mismo—, cuyo origen nadie ha podido explicar ni probar, aunque periódicamente lo repiten, se han degradado los vínculos bilaterales y fueron expulsados injustamente 17 funcionarios de nuestra embajada en Washington y retirada la mayoría del personal de la sede diplomática en La Habana, con la consiguiente paralización de buena parte de los trámites de visas, en detrimento de los viajes a Estados Unidos de los ciudadanos cubanos.

Igualmente se ha recrudecido la aplicación extraterritorial del bloqueo norteamericano, en particular la persecución de nuestras transacciones financieras.

La ocasión es propicia para recordar el contenido de un Memorando de un subsecretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos —lo que viene siendo aquí un viceministro de relaciones exteriores para atender las cuestiones de la región latinoamericana—, llamado Lester Mallory, de fecha 6 de abril de 1960, hace ya más de 58 años, pero es un hecho que los cubanos nunca debemos olvidar, y por eso quiero recordar y citar textualmente algunos párrafos o frases:

«La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (…) No existe una oposición política efectiva (…) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (…). Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (…) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno». Eran más las recomendaciones que hacía a su gobierno central.

Yo nunca he leído nada más cínico que estas palabras.  Esto fue, recordándoles, el 6 de abril de 1960, o sea, un año y nueve días antes de los bombardeos del 15 de abril de 1961, preludio de la invasión de Playa Girón.

Así surgió en 1959, el mismo año del triunfo, el largo camino de las agresiones a nuestro país, que hoy continúan renovadas.

Al propio tiempo, los pronunciamientos públicos de los principales funcionarios del gobierno de los Estados Unidos en estos momentos respecto a Cuba se caracterizan por el irrespeto, la agresividad, el injerencismo y la burda manipulación de la verdad histórica. Decenas de millones de dólares son destinados cada año, aprobado en sus presupuestos, a promover la subversión en el empeño de provocar cambios políticos contrarios al orden constitucional de nuestro país.

El pasado mes de junio un funcionario diplomático norteamericano, al intervenir en una reunión de la Organización de Estados Americanos, la desprestigiada OEA, expresó: «Los países de las Américas tienen que aceptar que Cuba es la madre de todos los males en términos de debilitamiento de la democracia en el continente y de los derechos humanos». Hace pocos días el citado personaje repitió el mismo enfoque agresivo hacia nuestro país.

Estas posturas nos recuerdan también la fracasada «Comisión para asistir a una Cuba Libre», creada por el entonces presidente George W. Bush que, embriagado con la aparente victoria en la segunda guerra de Iraq, llegó incluso a designar un interventor norteamericano que administraría Cuba luego de ser ocupada, tal y como era práctica en los buenos tiempos de las cañoneras yanquis por América Latina.

No es nada casual que en el proyecto de nuestra Constitución se reafirme que la defensa de la patria socialista es el más grande honor y el deber supremo de cada cubano y se le incorpore que en la doctrina de la guerra de todo el pueblo se sustenta la concepción estratégica de la defensa de la nación.

Los cubanos somos un pueblo pacífico y amistoso; no amenazamos a nadie, muchas veces hemos dicho que para nosotros evitar la guerra equivale a ganarla, pero con ese fin hay que derramar ríos de sudor preparándonos para combatir hasta la victoria si alguien intentara apropiarse de Cuba.

Nuevamente se ha conformado un escenario adverso y otra vez resurge la euforia en nuestros enemigos y el apuro por hacer realidad los sueños de destruir el ejemplo de Cuba. No será la primera vez, ni tampoco la última, que la Revolución cubana deberá enfrentar retos y amenazas. Hemos corrido todos los riesgos y resistido invictos 60 años (Aplausos).

Para nosotros, igual que para Venezuela y Nicaragua, está muy claro que se estrecha el cerco y nuestro pueblo debe estar alerta y preparado para responder a cada desafío con unidad, firmeza, optimismo y fe inquebrantable en la victoria.

Desde el propio 26 de Julio de 1953 los revolucionarios cubanos nos hemos forjado en un incesante batallar y hemos llegado hasta aquí sobreponiéndonos a reveses y venciendo agresiones de todo tipo.

Cómo no recordar a los jóvenes que un día como hoy fueron salvajemente torturados y asesinados tras fracasar la acción de tomar el cielo por asalto para no dejar morir al Apóstol en el año de su centenario.

En este mismo lugar, hace 45 años, Fidel expresó: «El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victoria. No fue la única amarga prueba de la adversidad, pero ya nada pudo contener la lucha victoriosa de nuestro pueblo. Trincheras de ideas fueron más poderosas que trincheras de piedras. 

Nos mostró el valor de una doctrina, la fuerza de las ideas, y nos dejó la lección permanente de la perseverancia y el tesón en los propósitos justos».

Y añadía el Comandante en Jefe: «Nuestros muertos heroicos no cayeron en vano.  Ellos señalaron el deber de seguir adelante, ellos encendieron en las almas el aliento inextinguible, ellos nos acompañaron en las cárceles y en el destierro, ellos combatieron junto a nosotros en la guerra. Los vemos renacer en las nuevas generaciones...». (Aplausos)

En el propio año 1959, pocos meses después del triunfo del Primero de Enero, hubo que enfrentar bandas armadas organizadas y financiadas por la CIA, sabotajes, cientos de planes de atentados contra los principales dirigentes, especialmente contra el Jefe de la Revolución, el bloqueo económico, comercial y financiero, campañas mediáticas, la invasión por Playa Girón, la crisis de octubre o de los misiles, la introducción de plagas y enfermedades, múltiples acciones terroristas organizadas y financiadas por el gobierno de los Estados Unidos, con un saldo de miles de víctimas mortales y de hijos de la patria mutilados o incapacitados.

En la década de los años noventa del siglo pasado, tras la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista y ante la arremetida implacable y oportunista del imperialismo que se entusiasmó con el anhelado colapso de la Revolución, los cubanos, en medio de enormes carencias materiales, pusimos a prueba nuestra inquebrantable capacidad de resistencia y la voluntad de defender la soberanía, independencia y el Socialismo.

Ello fue posible gracias al inigualable pueblo con que contamos y a la unidad forjada por Fidel desde los primeros años de lucha.

Hoy, a 65 años del Moncada, con la independencia ya conquistada y la presencia permanente de Fidel entre nosotros, podemos afirmar que por difíciles que sean las circunstancias, por grandes que sean los desafíos, nuestro pueblo defenderá por siempre su Revolución Socialista. La historia ha demostrado que ¡sí se pudo, sí se puede y siempre se podrá! (Aplausos)

Ya han transcurrido 65 años del Moncada, una gran mayoría de la población nació después de estos acontecimientos de los que estamos hablando. Como se sabe, la Revolución triunfó cinco años, cinco meses y cinco días después del Moncada, por lo tanto, faltan cinco meses y cinco días para celebrar el aniversario 60 del triunfo de nuestra Revolución (Aplausos), y para celebrar o conmemorar tan importante fecha, ese día nos volveremos a encontrar aquí en Santiago (Aplausos).
 
Muchas gracias.
 
Miren qué hermoso amanecer con las montañas de la Sierra Maestra observándonos, continúa aquí al frente, sigue hacia el noreste hasta la Gran Piedra y concluye en los límites de la provincia de Guantánamo. Y como establecen los geógrafos, Santiago de Cuba es una ciudad totalmente serrana, rodeada por la Sierra Maestra, ese es un orgullo del cual nunca hablamos.
 
¡Hasta la próxima!

Thursday, July 26, 2018

Message of the Canadian Network on Cuba - 2018 Moncada Commemoration: Cuba Affirms Independence, Self-Determination



Today, Cubans commemorate the heroic assault on the Moncada Barracks. Sixty-five years ago, on July 26, 1953, a group of courageous young men and women -- led by Fidel Castro -- attacked the Moncada Barracks in the city of Santiago de Cuba, and the Carlos Manuel de Cespedes Barracks in Bayamo, in an attempt to overthrow the U.S. supported puppet dictator Fulgencio Batista. As the island's second largest military garrison, the Moncada Barracks was critical to Batista's military control of southern Cuba. The goal was to seize the weapons and distribute them to the people and spark a national uprising that would not only overthrow the Batista dictatorship but also establish Cuba's independence and sovereignty. This heroic act is annually commemorated all over Cuba as the beginning of the movement and struggle that laid the foundation of the Cuban Revolution.


The attacks were carried out by an organization that was created in 1952, under the leadership of Fidel Castro and Abel Santamaria, and comprised of young workers, students, artisans, peasants and landless farmers. It had around 1,500 members and affiliated itself with historic Cuban national liberation figures such as José Martí and Antonio Maceo. Around 120 youths were part of the attacks, approximately 70 of whom were killed, with many being tortured and executed after the attack. The survivors, including Fidel Castro, were subsequently put on trial and given lengthy prison sentences. Most, including Fidel Castro, were released after an amnesty in May 1955. This amnesty was the result of the mass mobilization of Cubans in support of the imprisoned rebels. Under the leadership of Fidel Castro, the July 26th Movement galvanized Cubans, ultimately leading to the victory of the Cuban Revolution on January 1, 1959.

While the Moncada attack failed in fulfilling its immediate objective, it was central to the Cuban people's struggle for national affirmation and social emancipation. Cubans have always placed Moncada in a broad historical context, viewing it as a crucial link in the century-long striving of Cuba to free itself from Spanish colonial domination and U.S. tutelage, and then, establish authentic independence. At his trial Fidel Castro delivered a speech that eventually became the manifesto of the movement to overthrow the Batista tyranny. It was published as La Historia Me Absolvera (History Will Absolve Me) and laid out the national and social goals of the revolutionary movement that eventually triumphed on January 1, 1959. Today, the Moncada and Carlos Manuel de Cespedes barracks, now a school and a museum, stand as concrete symbols of that successful struggle.

Though the historic leader of the Cuban Revolution, Fidel Castro is no longer physically present, Cuba continues along the path he blazed: unbending commitment to Justice, Dignity and Independence that has characterized Cuba since the triumph of the Cuban Revolution.  Fidel's living legacy continues in the work of the Cuban Revolution.  As Cuba continues on the road of revolutionary renewal and continuity, Fidel's example and fidelity to principle continue to inspire the Cuban people. 

Canadian commemorations of Moncada Day are a reflection of the ties that exist between Cuba and Canada. Canadians admire the courageous and rebellious spirit embodied in Moncada; a spirit that today is so powerfully manifested in Cuba's steadfastness against the efforts of the empire to destroy the island's independence. Canadians irrespective of their political or ideological positions, stand in favour of building relations with Cuba based on mutual respect and equality, relations which uphold Cuba's right to self-determination and sovereignty. Having traveled to Cuba in the hundreds of thousands and having witnessed Cuban reality for themselves, Canadians have come away with a profound respect and admiration for the Cuban people and their efforts to build and defend a society centred on independence, justice and human dignity.

Since the Cuban people embarked on the road paved by Moncada, Cuba has refuted and continues to refute the colonialist mentality and practice of foisting on independent countries imperial arrangements and dictates that they resoundingly reject. The Cuban Revolution has refused to renounce its right to self-determination and the principles, principles forged in the crucible of Moncada.
  
In the years that have flashed by since Moncada, the Cuban people have shown what is possible to achieve when one defends genuine independence and self-determination. The example of Cuba assumes even greater significance as the 21st century unfolds, fraught with grave dangers that threaten the well being of the peoples of the world. In the midst of these profound challenges, Cuba refutes those who argue that relations among the world's nations and peoples are -- and can only be -- determined by self-interest, the pursuit of power and wealth. As Cuba continues on the path of social justice, human dignity and international solidarity, the Cuban Revolution continues to be an inspiration to humanity. Cuba demonstrates that it is possible to build relations based on genuine solidarity and social love; it is a living example of the alternatives that permit people to realize their deepest aspirations, and that another better world is possible.  History has given its judgment: vindicating Fidel and the Cuban Revolution!

Long Live the Martyrs of Moncada!
Long Live the Cuban Revolution!

Isaac Saney, National Spokesperson, Canadian Network On Cuba, July 26, 2018 

Monday, July 23, 2018

Asamblea Nacional convoca a consulta popular Proyecto de Constitución de la República


Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)

Luego de ser aprobado de manera unánime por los diputados, el Proyecto de Constitución de la República de Cuba será sometido a consulta popular del 13 de agosto hasta el 15 de noviembre del presente año, informó Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Tras dos días de amplio debate en el plenario del órgano legislativo, los diputados sometieron a votación y aprobación el texto que propone la nueva Carta Magna, con las modificaciones realizadas durante su análisis.
Durante su intervención, el diputado Esteban Lazo reconoció el trabajo de la Comisión de Reforma Constitucional “que elegimos, tanto en la elaboración del Proyecto como en la conducción del debate. Quisiera agradecer también el estudio e interés que han demostrado cada uno de los diputados, conscientes de la responsabilidad que asumimos”.
Agregó que esta discusión en el Parlamento, trasmitida íntegramente por la Televisión Cubana, “tiene un gran valor, porque ayuda a introducir a nuestro pueblo en el debate que tenemos que llevar a cabo en los próximos meses”.
En el Palacio de Convenciones de La Habana, este domingo 22 de julio concluyó el debate del Proyecto constitucional, en el que intervinieron más de un centenar de legisladores, antesala de la consulta popular en la que participarán millones de cubanos.

Tomado de Cubadebate

Saturday, July 21, 2018

Asamblea Nacional aprueba nuevo Consejo de Ministros de Cuba

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, presentó este sábado la propuesta de integración del Consejo de Ministros, dando cumplimiento a una de las atribuciones de la Asamblea Nacional.
El máximo órgano de poder del Estado, compuesto por 605 diputados, ratificó hoy como vicepresidentes del Consejo de Ministros al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menédez, a Ricardo Cabrisas Ruiz y a Ulises Rosales del Toro, asimismo promovió a vicepresidentes a Inés María Chapman Waugh y Roberto Morales Ojeda.
Los parlamentarios también refrendaron como Secretario del órgano ejecutivo y administrativo a José Amado Ricardo Guerra.
El Presidente cubano explicó que ya Salvador Valdés Mesa había sido elegido como primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la sesión constitutiva de la Novena Legislatura.
Nuevos miembros del Consejo de Ministros
  1. Iris Quiñones Rojas, Ministra de la Industria Alimentaria
  2. Betsy Díaz Velázquez, Ministra de Comercio Interior
  3. Alejandro Gil Fernández, Ministro de Economía y Planificación
  4. José Ángel Portal Miranda,  Ministro de Salud Pública
  5. Raúl García Barreiro, Ministro de Energía y Minas
  6. Jorge Luis Perdomo Di-Lella, Ministro de Comunicación
  7. Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura
  8. Oscar Manuel Silveira Martínez, Ministro de Justicia
  9. Antonio Rodríguez Rodríguez, Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos

Ratifican miembros del Consejo de Ministros

  1. Ena Elsa Velázquez Cobiella, Ministra de Educación
  2. Lina Olinda Pedraza Rodríguez, Ministra de Finanzas y Precios
  3. Irma Margarita Martínez Castrillón, Ministra – Presidenta del Banco Central de Cuba
  4. Margarita González Fernández, Ministra de Trabajo y Seguridad Social
  5. Elba Rosa Pérez Montoya, Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente
  6. Leopoldo Cintra Frías, Ministro de las FAR
  7. Julio César Gandarilla, Ministro del Interior
  8. Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores
  9. René Mesa Villafaña, Ministro de la Construcción
  10. Adel Yzquierdo Rodríguez, Ministro de Transporte
  11. Rodrigo Malmierca Díaz, Ministro de Comercio Exterior
  12. Manuel Marrero Cruz, Ministro de Turismo
  13. Gustavo Rodríguez Rollero, Ministro de Agricultura
  14. Alfredo López Valdés, Ministro de Industrias
  15. José Ramón Saborido Loidi, Ministro de Educación Superior
  16. Alfonso Noya Martínez, Presidente del ICRT
  17. Antonio Eduardo Becali Garrido, Presidente del INDER




Tomado de Cubadebate

Thursday, July 19, 2018

Cuba otorga rango de Embajador de la República con carácter vitalicio

Josefina Vidal recibe el rango vitalicio de Embajadora

Unos 22 Jefes de Misión designados en el exterior juraron en la noche de este miércoles su compromiso como máximos representantes del país en el extranjero, en una ceremonia efectuada en el palacio de la Revolución donde también fue otorgado el Rango de Embajador de la República de Cuba con carácter vitalicio a dos diplomáticas de reconocida trayectoria.
En este sentido, Ana Teresita González Fraga y Josefina Vidal Ferreiro, viceministra del MINREX y embajadora de Cuba en Canadá, respectivamente, son las primeras funcionarias en recibir el rango vitalicio de “Embajadoras”, política aprobada en septiembre de 2017 por el Consejo de Estado y puesta en vigor el ocho de enero del presente año.
Según las nuevas resoluciones, el presidente del Consejo de Estado a propuesta del Ministro de Relaciones Exteriores, concede o retira el rango de Embajador a los funcionarios diplomáticos como reconocimiento al trabajo realizado tanto en el servicio interno como externo. Hasta el momento, el rango de embajador era un nombramiento temporal cuando el funcionario era designado al frente de una misión cubana en el exterior.
En las palabras de agradecimiento, González Fraga resaltó, en nombre de las agasajadas, “la firmeza del compromiso con Fidel, Raúl y toda la generación histórica de la Revolución que hizo posible esta patria que tanto amamos y por la que moriremos si fuese necesario.
“No podemos olvidar nuestros orígenes. Somos descendientes de familias trabajadoras y humildes. No podemos olvidar que somos mujeres, que solo un proceso como el nuestro donde es un objetivo principal trabajar y luchar en la emancipación de la mujer, hemos podido crecer profesionalmente”.
Por su parte, la diplomática Milagros Carina Soto fue la encargada de pronunciar el compromiso y juramento a la República de Cuba, en nombre de los funcionarios designados como nuevos Jefes de Misión.
Presidieron la ceremonia Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, Homero Acosta Álvarez, Secretario del Consejo de Estado, Ricardo Cabrisas Ruiz, Vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Balaguer, Jefe del Departamento de Relaciones Internacionales, Miguel Mario Cabrera Castellanos, Jefe de la Dirección de Cuadros del Estado y el Gobierno, así como viceministros del MINREX y miembros del Consejo de Dirección del organismo.

Presidente de Cuba posa con nuevos embajadores


Nuevos Jefes de Misión designados en el exterior

  • Sidenio Acosta Aday
  • Tania Aguiar Fernández
  • Danilo Alonso Mederos
  • Ulises Ignacio Arranz Fernández
  • Roberto Blanco Domínguez
  • René Ceballo Prats
  • Caridad Yamira Cueto Milián
  • Tania Diego Olite
  • María del Pilar Fernández Otero
  • María Esther Fiffe Cabreja
  • Rubén García Abelenda
  • José Antonio García González
  • Lydia Margarita González Navarro
  • Sergio de Jesús Jorge Pastrana
  • Ariel Lorenzo Rodríguez
  • Alexander Pellicer Moraga
  • Miguel Porto Parga
  • Yenielys Vilma Regueiferos Linares
  • Eva Yelina Silva Walker
  • Alejandro Simancas Marín
  • Milagros Carina Soto Agüero
  • Rosa Olivia Wilson Rill
Tomado de Cubadebate

Tuesday, July 17, 2018

Aspectos principales del Anteproyecto de nueva Constitución



La experiencia adquirida en estos años de Revolución y los nuevos derroteros trazados a partir de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido, los objetivos emanados de su I Conferencia Nacional, así como las decisiones que se adoptaron en el VII Congreso de la organización partidista constituyen, entre otros aspectos importantes, elementos que favorecieron e hicieron necesario llevar a cabo una reforma de la actual Constitución de la República.
El compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 2 de junio del 2018, expresó: «Desde hace varios años un grupo de compañeros, una parte de los cuales son diputados y se encuentran dentro de los que se propone integren la Comisión, fue encargado por el Buró Político de analizar el impacto que en el orden constitucional tienen los cambios que se han venido experimentando, de evaluar cuestiones que se requieren incorporar al texto constitucional, en virtud de nuestras experiencias en la construcción del socialismo, y de estudiar procesos constitucionales desarrollados en diversos países, así como de profundizar en aspectos de nuestra historia y tradición constitucional».
El Grupo de Trabajo, presidido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y con la colaboración y asesoría de varios especialistas, elaboró las bases legislativas con vistas a la reforma de la Constitución aprobadas por el máximo órgano de dirección del Partido el 29 de junio del 2014 y, luego de numerosas sesiones de estudio y debate, presentó el resultado de su trabajo al Buró Político y al Pleno del Comité Central, instancias en las que se realizó un profundo análisis de las propuestas.
Por acuerdo de la Asamblea Nacional, en sesión extraordinaria celebrada el 2 de junio del presente año, se acordó iniciar el proceso de Reforma Constitucional y aprobar como primer paso la creación de una Comisión para estos fines. En representación de los diversos sectores de nuestra sociedad, fueron seleccionados y aprobados 33 diputados que integran la Comisión responsable de la elaboración de este Anteproyecto.
La Comisión, presidida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y con la presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del Segundo Secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, ha venido desarrollando intensas jornadas de reflexión y análisis, tomando como referencia los estudios realizados con anterioridad y el aporte de expertos de diversas instituciones.
En fechas recientes, la Comisión presentó un Anteproyecto de nueva Constitución de la República al VII Pleno del Comité Central del Partido y al Consejo de Estado, en los que fueron analizados profundamente cada uno de sus preceptos.
El documento será presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular los días 21, 22 y 23 del presente mes, con el objetivo de que se estudie por todos los diputados y se apruebe someterlo a la consulta con nuestro pueblo, principal artífice de este proceso.

ASPECTOS PRINCIPALES DE SU CONTENIDO

El proyecto es consecuente con lo expresado por el compañero Raúl Castro Ruz, en la Primera Conferencia Nacional del Partido, el 28 de enero del 2012, cuando señaló: « (…) dejar atrás el lastre de la vieja mentalidad y forjar con intencionalidad transformadora y mucha sensibilidad política la visión hacia el presente y el futuro de la Patria, sin abandonar, ni por un instante, el legado martiano y la doctrina del marxismo-leninismo que constituyen el principal fundamento ideológico de nuestro proceso revolucionario».
El texto reafirma el carácter socialista de nuestro sistema político, económico y social, así como el papel rector del Partido Comunista de Cuba como fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado.
Se trata de una propuesta de nueva Constitución de la República, que derivará de un proceso de reforma total al amparo del artículo 137 de la actual Carta Magna, en atención a los profundos cambios que se proponen.
En ella se define al Estado cubano como un estado socialista de derecho, democrático, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria e indivisible, fundada en el trabajo, la dignidad y la ética de sus ciudadanos, que tiene como objetivos esenciales el disfrute de la libertad política, la equidad, la justicia e igualdad social, la solidaridad, el humanismo, el bienestar, y la prosperidad individual y colectiva.
Es de significar que la propuesta realza la supremacía de la Constitución dentro del ordenamiento jurídico y la obligatoriedad de su acatamiento y cumplimiento por todos, así como el imperio de la ley en la actuación de los órganos del Estado, sus directivos y el pueblo.
El proyecto consta de un Preámbulo y 224 artículos, divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 16 secciones.
Los fundamentos políticos del Estado socialista y revolucionario permanecen invariables y se incorporan dentro de sus fines esenciales, entre otros, la promoción de un desarrollo sostenible que asegure la prosperidad individual y colectiva, trabajar por alcanzar mayores niveles de equidad y justicia social, así como preservar y multiplicar los logros de la Revolución.
También es de significar la obligación de los órganos del Estado, sus directivos, funcionarios y empleados, de respetar y atender al pueblo, mantener estrechos vínculos con este y someterse a su control.
En lo relativo a las relaciones internacionales se ratifican constitucionalmente los principios que sustentan nuestra política exterior, incorporándose otros que no están en el actual texto, entre ellos, la promoción del respeto al derecho internacional y a la multipolaridad entre los Estados; el repudio a toda forma de terrorismo, en particular el terrorismo de Estado; el rechazo a la proliferación y uso de armas nucleares, de exterminio en masa u otras con efectos similares; la protección y conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, así como defiende la democratización del ciberespacio y condena su uso con fines subversivos y desestabilizadores de naciones soberanas.
Se trata de un proyecto para consolidar y dar continuidad a un sistema socialista, democrático, próspero y sostenible.
El sistema económico que refleja mantiene como principios esenciales la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción y la planificación como componente principal de dirección, a lo que se añade el reconocimiento del papel del mercado y de nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada, en correspondencia con la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, resultado de la consulta con amplios sectores de la sociedad.
Destaca la empresa estatal como sujeto principal de la economía nacional y se le reconoce su autonomía como principio esencial de funcionamiento.
Asimismo ratifica constitucionalmente la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país, con las debidas garantías.
Respecto a la propiedad privada sobre la tierra se mantiene un régimen especial, con limitaciones para su transmisión y el derecho preferente del Estado a su adquisición mediante su justo precio.
En cuanto a la ciudadanía se propone afiliarnos al principio de ciudadanía efectiva consistente en que «los ciudadanos cubanos, en el territorio nacional, se rigen por esa condición y no pueden hacer uso de una ciudadanía extranjera».
De manera singular refleja una amplia gama de derechos, a tono con los instrumentos internacionales de los que en esta materia Cuba es parte.
Ratifica el acceso y la gratuidad en cuanto a la atención, protección y recuperación de los servicios de salud, así como en la educación, desde la enseñanza preescolar hasta la universitaria de pregrado, remitiendo a la ley el modo en que estos derechos pueden desarrollarse.
Destacan el reconocimiento constitucional de otros derechos esencialmente en materia de justicia y el debido proceso, entre ellos, la presunción de inocencia; la reinserción social de las personas privadas de libertad; ser tratados con respeto a su dignidad e integridad síquica, física y moral, así como ser procesado y condenado por tribunal competente, independiente, imparcial y preestablecido legalmente.
Se mantienen los derechos relativos a la libertad de profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la de su preferencia con el debido respeto a otros credos y de conformidad con la ley.
Establece la obligación del Estado, la sociedad y las familias de proteger y asistir a los adultos mayores, así como la atención requerida por las personas discapacitadas para su rehabilitación y el mejoramiento de la calidad de vida.
El contenido del derecho de igualdad adquiere mayor desarrollo, al incorporar a los ya existentes, entre otros, la no discriminación por identidad de género, origen étnico y discapacidad.
El proyecto establece que los derechos de las personas solo están limitados por los derechos de los demás, la seguridad colectiva, el bienestar general, el respeto al orden público, la Constitución y la ley.
Igualmente se precisan mecanismos de defensa de las personas ante los tribunales de justicia para la salvaguarda de sus derechos, ante la acción u omisión indebida en sus funciones de los órganos del Estado, sus directivos, funcionarios y empleados.
A la par de los derechos que se reconocen, se definen además deberes cívicos y políticos a cumplir por los ciudadanos, entre ellos, contribuir a los gastos públicos; guardar el debido respeto a las autoridades y sus agentes; conservar y proteger los bienes y recursos que se ponen al servicio de todo el pueblo.
En cuanto a la estructura del Estado se significa lo siguiente:
La Asamblea Nacional del Poder Popular conserva su condición de órgano supremo del Estado y único con potestad constituyente y legislativa.
El Consejo de Estado se mantiene como el órgano permanente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, con la particularidad de que el presidente, vicepresidente y secretario de aquella, lo son a la vez del Consejo de Estado, con lo que se pretende lograr una mayor continuidad y vinculación entre ambas instituciones.
Se instituye la figura del Presidente y Vicepresidente de la República.
El Presidente ostenta la condición de jefe de Estado, es elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular, entre sus diputados, por un periodo de cinco años, y puede ejercer ese cargo hasta dos mandatos consecutivos, luego de lo cual no lo puede desempeñar nuevamente.
El Consejo de Ministros mantiene su condición de máximo órgano ejecutivo y administrativo, constituye el Gobierno de la República y estará bajo la dirección de un Primer Ministro, cargo que se propone crear.
En cuanto a los tribunales la principal novedad consiste en la posibilidad de integrarse de manera colegiada o no en los actos de impartir justicia y la no participación obligatoria en todos los casos de jueces legos.
En relación con los órganos estatales de rango constitucional se propone incorporar con ese carácter a la Contraloría General de la República e instituir al Consejo Electoral Nacional para atender lo relativo a los procesos electorales en el país.
En los órganos locales del Poder Popular es significativa la propuesta de eliminar las asambleas provinciales y su órgano de administración y establecer, en su lugar, un Gobierno Provincial, integrado por un Gobernador y un Consejo a ese nivel, conformado por los presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular y los intendentes (dirigen el Consejo de Administración Municipal).
A nivel municipal se plantea extender el mandato de los delegados a cinco años y reconocerle al municipio autonomía en cuanto a su gestión, con la finalidad de buscar una atención más rápida y eficiente a los problemas y reclamos de la localidad.
Especial interés revisten las garantías a los derechos de petición y participación local, entre las que se mencionan la posibilidad de convocar consultas populares de asuntos de interés de la localidad, el derecho de la población a proponer análisis de temas en las asambleas y la correcta atención a las solicitudes, planteamientos, quejas y denuncias de los ciudadanos.
Se desarrollan en un Título los aspectos concernientes a la Defensa y Seguridad Nacional, definiéndose que la concepción estratégica de defensa se sustenta en la doctrina de la Guerra de Todo el Pueblo.
Se precisa que el Consejo de Defensa Nacional es un órgano superior del Estado que dirige al país durante las situaciones excepcionales y de desastre.
En lo relativo a la reforma de la Constitución quedan precisados los sujetos autorizados a promoverla y se mantienen las cláusulas de intangibilidad concerniente a la irrevocabilidad del socialismo y el sistema político, social y económico, así como la prohibición de negociar bajo agresión, amenaza o coerción de una potencia extranjera.
Para la entrada en vigor de parte de los contenidos se prevén disposiciones especiales, transitorias y finales.
En fin, se trata de un proyecto para consolidar y dar continuidad a un sistema socialista, democrático, próspero y sostenible.
Tomado de Cubadebate